Tras el caso de gusano barrenador detectado en Nuevo León, el gobernador Manolo Jiménez Salinas informó que Coahuila se mantiene en alerta máxima y pidió al Gobierno Federal aplicar medidas extraordinarias, como el cierre de la frontera sur del país, para impedir la propagación de esta plaga que amenaza a la ganadería nacional.
El mandatario advirtió que el brote representa un riesgo crítico para los productores y que incluso podría retrasar los planes de reapertura de exportaciones a Estados Unidos, luego de que autoridades zoosanitarias de ese país realizaron inspecciones en Coahuila hace dos semanas.
Jiménez recordó que desde hace meses la entidad refuerza la vigilancia sanitaria con filtros de inspección, casetas, vehículos y personal especializado, en coordinación con la Policía Estatal, la Fiscalía y la Secretaría de Desarrollo Rural, para evitar el ingreso de ganado sin permisos.
Además, destacó que su administración ha invertido en plantas ganaderas de Acuña y Piedras Negras para garantizar estándares internacionales de sanidad y proteger a los productores locales.
Finalmente, responsabilizó al gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador por la falta de control en la entrada de ganado de centro y sudamérica, lo que permitió la propagación de plagas, y aseguró que Coahuila mantendrá comunicación estrecha con los ganaderos y autoridades federales para enfrentar esta contingencia que está punto de cumplir un año.