Preocupados por el deterioro ambiental en su entorno, vecinos de los alrededores de la “Laguna La Escondida” han comenzado a alzar la voz para exigir que este espacio sea protegido como reserva natural, tal como lo establece la ley.
Actualmente, esta zona boscosa enfrenta un serio problema de contaminación provocado por descargas de aguas negras que desembocan directamente en el cuerpo lagunar, afectando la calidad del agua y el equilibrio ecológico del lugar.
Luis Osvaldo Casas, uno de los residentes que encabeza la denuncia, señaló que las descargas se han vuelto constantes y que el problema se agrava con otras fuentes de contaminación que atraviesan la ciudad.
“Siguen descargándose todas esas aguas negras al cuerpo de agua, se están yendo hacia la laguna, pero no es la única descarga, hay tres principales más. La principal fuente de contaminación viene del tren El Anhelo, que arrastra otro tipo de residuos, tal vez químicos tóxicos, que están afectando a toda la fauna de la laguna”, explicó.
A principios de octubre, los vecinos presentaron una denuncia formal ante la Procuraduría del Medio Ambiente del Estado, solicitando la intervención de las autoridades.
Días después, la dependencia estatal respondió dando la razón a los denunciantes y confirmando que la contaminación proviene del sistema de drenaje sanitario municipal. Según el dictamen, la COMAPA de Reynosa estaría vertiendo aguas residuales a la laguna debido a deficiencias en su red de drenaje.

Casas detalló que la resolución fue enviada directamente al alcalde Carlos Peña Ortiz, solicitándole atender la problemática.
“Le contestan directamente al licenciado Carlos Peña, al alcalde, que ponga atención en el asunto, y sobre todo que la denuncia está fundamentada por los mismos vecinos de la colonia Lázaro Cárdenas. Estamos percibiendo olores fétidos e insoportables, sobre todo con este tipo de clima”, afirmó.
La investigación por parte de las autoridades ambientales continúa en curso, aunque las evidencias apuntan a que las descargas sanitarias son la principal fuente de contaminación.
El daño ecológico no solo afecta al entorno inmediato, sino también a la fauna local.
“Hace un tiempo estuvo una familia de pelícanos en una de las isletas; por ahí hay gaviotas, capibaras y una gran variedad de tortugas. Es algo considerable en cuanto a especies, y no se diga las aves migratorias que son transitorias; al final del día puede representar un problema para otras ciudades si se desarrolla un foco de contaminación”, advirtió el denunciante.
Los vecinos piden una pronta intervención de las autoridades municipales y estatales para detener las descargas y emprender acciones de saneamiento que permitan rescatar la Laguna La Escondida, uno de los pulmones naturales más importantes de Reynosa.