Este 11 de septiembre se cumplieron dos años de que la Iglesia católica se quedó sin obispo en Nuevo Laredo.
La diócesis recordó este hecho para invitar a la comunidad a orar para que llegue un nuevo pastor.
“Este 11 de septiembre se cumplen dos años desde que la Diócesis de Nuevo Laredo quedó a la espera de un nuevo pastor. Fue en el año 2023 cuando el entonces Obispo, Monseñor Enrique Sánchez Martínez, recibió la encomienda de guiar a la Diócesis de Mexicali”, refiere la Iglesia en un comunicado.
De manera oficial, la Diócesis de Nuevo Laredo fue declarada sede vacante el siete de noviembre de 2023, con la toma de posesión de Monseñor Enrique en Mexicali.
Con esto, inició un tiempo de espera que ha sido asumido con fe y esperanza por la comunidad católica.
“Durante este periodo, la comunidad ha mantenido viva la oración y la confianza en que pronto llegará un nuevo obispo para continuar con la misión evangelizadora”.

En medio de esta etapa, la vida pastoral de las parroquias y decanatos ha seguido desarrollándose con el impulso de los sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos.
“Todos han trabajado en unidad para fortalecer la fe de las comunidades y mantener encendida la esperanza en Cristo.
“El llamado a la oración permanece constante: pedir a Dios que pronto envíe a un nuevo pastor que sea signo de unidad, guía espiritual y padre cercano para esta iglesia diocesana”, refiere la diócesis.
La espera se convierte así en un tiempo de preparación y apertura para acoger con alegría a quien será el obispo número cuatro de la diócesis fronteriza.
Mientras tanto, señala la diócesis, la comunidad continúa su caminar con fe, esperanza y compromiso, sosteniendo con firmeza la misión de la Iglesia.
“Unidos en oración, los fieles aguardan confiados el día en que sea anunciado el nuevo pastor que dará continuidad a la obra de Dios en esta tierra fronteriza”.