Ricardo Pérez Pérez, conocido como el “Shrek de Victoria”, es un ejemplo de lucha y superación. Originario de San Juan Chamula, Chiapas, este talentoso payaso ha encontrado en Ciudad Victoria, donde radica desde hace 18 años, un nuevo hogar y una oportunidad para forjar su destino.
La necesidad lo llevó a dejar su comunidad en busca de mejores oportunidades, pero la falta de estudios lo llevó a las calles, donde comenzó a aprender el oficio de payaso.
Bajo el nombre de “Resortito”, Ricardo ha trabajado durante años en los semáforos de la ciudad, ganándose la vida y trayendo sonrisas a quienes lo rodean con el icónico personaje de piel verde.

“Aprendí en la calle, viendo a las personas que trabajan en las esquinas de cada semáforo, que hacen malabares y divierten a los automovilistas que, por lo regular, van estresados o molestos por alguna cuestión, así comencé a ganarme algunas monedas en esta ciudad”.
Su carisma y dedicación han conquistado el corazón de los victorenses, quienes lo reconocen no solo por su disfraz, sino por su inquebrantable espíritu.
“Aquí en Victoria vivo con mi esposa Gloria, ya tenemos cinco años juntos. Nos apoyamos en todo, y estamos muy agradecidos con la gente de Victoria porque, sin conocerme, me han apoyado desde que comencé en el primer semáforo que encontré y desde hace algunos años en esta esquina del 19 López Mateos”, expresa con gratitud.

A pesar de haber estudiado solo hasta la primaria, Ricardo demuestra que la educación no es el único camino hacia el éxito. Su historia es un testimonio de trabajo arduo y perseverancia.
Cada día, sale a trabajar de manera honrada, luchando por llevar el sustento diario a su hogar y enseñando a todos que los sueños son alcanzables, sin importar las circunstancias.
Ricardo Pérez Pérez, el “Shrek de Victoria”, no solo es un payaso, sino un símbolo de esperanza y determinación en la comunidad, recordándonos que, con esfuerzo y pasión, todo es posible.