Alejandro Martín Cárcara, un argentino de 57 años originario de la ciudad de Buenos Aires, está en plena travesía de 14,000 kilómetros que inició el pasado 1 de junio con un solo objetivo: recaudar fondos para impulsar investigaciones internacionales que permitan encontrar tratamientos más efectivos y, algún día, la cura del Mal de Parkinson, enfermedad que padece desde hace nueve años.
Su meta es llegar a Nueva York a finales de agosto o principios de septiembre, luego de 70 días de pedaleo, aunque su itinerario se retrasó por una cuarentena obligatoria en Tumbes, Perú, al no contar con el certificado de la vacuna contra la fiebre amarilla en la frontera con Ecuador.
El viaje, patrocinado por la organización In the Park, reúne esfuerzos de científicos de Escocia, Alemania, Japón y Argentina, quienes trabajan en nuevas líneas de investigación sobre el Parkinson.
Alejandro aporta lo suyo desde el asfalto: un dólar simbólico por cada contribución que recibe a través de la página del proyecto, pedal tras pedal, en solitario pero siempre encontrando manos solidarias en el camino.

Un ciclista de ultradistancia
Dueño de una bicicletería en Buenos Aires, Alejandro es un apasionado del ultraciclismo. Ha recorrido rutas extremas en Europa, como la North Cape 4000 que une Italia con el Círculo Polar Ártico en Noruega, y ha competido en la Inca Divide en Perú y Chile; también creó en su país el circuito Patagonia UltraBike.
En esta ocasión, su recorrido lo ha llevado por 12 países: Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá (por vía aérea para evitar el Tapón del Darién), Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, México y próximamente Estados Unidos.
En suelo mexicano ha pasado por ciudades como Tampico, Altamira, González, donde adapta sus descansos a hoteles por horas para evitar el calor extremo del mediodía.
Pedalear para vivir
El Parkinson, explica, le afecta principalmente el lado derecho del cuerpo, pero el movimiento constante sobre la bicicleta le da calidad de vida y motivación.
“El Parkinson hay que encararlo, no deprimirse, hoy es hoy: si el sol sale, hay que disfrutarlo; si llueve, también”, afirma con una sonrisa.
Viaja ligero, siguiendo la máxima del expresidente uruguayo José Mujica de “andar liviano de equipaje”, su bicicleta, equipada con Shimano, pesa apenas 8 kilos, a los que suma un bolso mínimo con una muda de ropa, pedalea a un promedio de 22 kilómetros por hora, aprovechando las horas frescas de madrugada y mañana para evitar los 48 grados que a veces marca el termómetro.

Solidaridad sin fronteras
En su trayecto ha encontrado hospitalidad en cada país: camioneros que lo invitan a comer, familias que le ofrecen agua y refugio, ciclistas que se unen por tramos.
“El 99% de la gente es buena. Siempre hay alguien que te da una mano”, cuenta.
En unos días más cruzará a Estados Unidos, donde cuenta con visa y respaldo de la Embajada Argentina. Calcula llegar a Nueva York 20 días después de ingresar al país, cerrando así un recorrido que no solo es un reto físico, sino una campaña de esperanza.
Quien desee apoyar su causa puede seguir su travesía en Instagram (@ale.carcara) o contribuir en la página oficial del proyecto In the Park. “Cada kilómetro es por quienes viven con Parkinson, para que algún día tengamos una cura”, resume Alejandro antes de volver al pedal.