Este 15 de mayo, Día del Maestro, no hubo festejo oficial por parte del gobierno para reconocer a quienes forman parte del magisterio. Para muchos docentes, el haber alzado la voz para denunciar deficiencias del régimen actual y un posible contubernio con el sindicato, les costó el olvido institucional. Sin embargo, lejos de callar, decidieron sumarse al paro nacional y manifestarse públicamente desde ciudades como Reynosa.
Desde el acceso principal al hospital del ISSSTE, los maestros de esta ciudad fronteriza denunciaron las condiciones en las que se encuentra el nosocomio, señalando que está muy lejos de cumplir con su función de brindar salud de calidad a los derechohabientes.

“Hay una serie de peticiones tanto nacionales como estatales”, señaló Simón Alberto Sánchez Arredondo, secretario general de la Delegación D1-188. “De manera nacional, la lucha es regresar a un sistema de pensiones solidario, jubilarnos por años de servicio y no por años de trabajo... y sobre todo la desaparición de la UMA, que es un instrumento que ha empobrecido a los compañeros jubilados”, añadió.
Durante la protesta, los docentes destacaron ejemplos claros del deterioro de la clínica-hospital del ISSSTE, como las ventanas abiertas en áreas de encamados por falta de aire acondicionado. Las quejas fueron respaldadas por derechohabientes, quienes también expresaron su inconformidad ante la falta de insumos y las condiciones físicas del inmueble.

“Más recursos para el ISSSTE, que está hecho pedazos a nivel nacional y aquí en Tamaulipas no es la excepción”, agregó Sánchez Arredondo. “Nuestra clínica hospital del ISSSTE aquí en Reynosa se encuentra en condiciones deplorables… ya ha cumplido con su propósito y hace falta un nuevo hospital para atender a sus derechohabientes, principalmente al magisterio”.
Entre las voces ciudadanas se sumó la de Sergio Téllez, derechohabiente, quien relató su experiencia personal en el hospital. “Tengo aquí a mi mamá en atención médica y me salí porque no aguanto el piquete de los mosquitos. Dice uno: si no me enfermo de algún otro malestar, me va a dar dengue aquí en el ISSSTE. ¿Cómo es posible que no puedan ellos en las noches fumigar?”.

La exigencia del magisterio incluye convocar también a los trabajadores del sistema de salud a romper el silencio, con el único objetivo de mejorar los servicios. Una de sus principales peticiones es la realización de una auditoría al ISSSTE para conocer el destino de los recursos que se les descuentan en cada recibo de pago.
“Es un problema bien grande, no sólo faltan medicamentos, hace falta especialistas, el banco de sangre está cerrado, no hay resonancias”, señaló el dirigente sindical. “Nos están dando información de que a veces se les cobra las aportaciones a los compañeros del Seguro Social, pero ese dinero no se entrega al ISSSTE. Eso es un problema mayor. Tenemos que saber dónde están nuestros recursos, porque parece que en los hospitales no”.
A pesar del silencio oficial en una fecha significativa, los maestros hicieron valer su voz, con la esperanza de que sus demandas generen cambios concretos que beneficien a miles de derechohabientes y a las futuras generaciones de trabajadores de la educación.