El tiempo ha pasado, pero las secuelas de las lluvias e inundaciones que golpearon a Reynosa en marzo siguen siendo visibles en muchas colonias de la periferia. A más de cuatro meses del desastre, hay familias que continúan esperando una ayuda oficial que nunca llegó. Pero en medio de esa espera, la solidaridad ciudadana ha comenzado a llenar el vacío.
La Fundación Marcelo Olán, junto con un grupo de voluntarios, ha iniciado una jornada de apoyo social dirigida especialmente a aquellas familias que no fueron censadas por las autoridades tras el evento. En un esfuerzo por atender sus necesidades más urgentes, se organizaron entregas de kits que incluyen una parrilla, un tanque de gas con sus conexiones, una despensa básica, utensilios de cocina y otros insumos esenciales para el hogar.
“Sabíamos que muchas personas quedaron fuera del censo oficial. Nos tocó verlos, visitarlos, y darnos cuenta de que están pasando por momentos muy difíciles. Por eso decidimos actuar y brindar esta primera ayuda”, compartieron miembros del equipo voluntario.
En esta primera etapa, el apoyo alcanzó a 75 familias, todas ellas ubicadas en sectores marginados donde la infraestructura es escasa y el acceso a programas de emergencia ha sido limitado. Lejos de reflectores y promesas, estas acciones representan un alivio tangible para quienes han enfrentado meses de carencias y abandono.
Las entregas, más que simples objetos, han significado un mensaje de esperanza para quienes ya sentían olvidados. La fundación señaló que continuará trabajando en la medida de sus posibilidades para extender la ayuda a más hogares, siempre con el respaldo de personas comprometidas con el bienestar comunitario.
Mientras los apoyos institucionales aún no llegan a todos, son las manos voluntarias y el compromiso social quienes mantienen viva la posibilidad de una recuperación más justa e incluyente para todos los rincones de Reynosa.