'Día de Acción de Gracias' gana popularidad en la frontera
La tradición estadounidense del "Thanksgiving" o "Día de Acción de Gracias" ha cruzado la frontera y se ha convertido en parte de las celebraciones de muchas familias mexicanas en la región del noreste.
En Reynosa y el Valle de Texas, esta festividad no solo se limita al agradecimiento familiar, sino que también ha servido para reforzar lazos de amistad a través de eventos como el "Friend's Giving".
Un grupo de jóvenes del Valle de Texas y Reynosa organizaron esta reunión temática para celebrar los años de amistad que han mantenido, a pesar de estar separados por el Río Bravo. En paralelo, la comunidad mexicana en el Valle de Texas realiza reuniones familiares en las que, además de compartir alimentos, inculcan a las nuevas generaciones el valor de la gratitud.
“Hemos adoptado esa celebración del Día de Acción de Gracias porque, independientemente de las cuestiones históricas, creo que vale mucho la pena dedicar al menos un día al año para agradecer. Hay que dar gracias por todo y por nada, porque incluso en los momentos en los que sentimos que no tenemos nada, seguimos teniendo vida y eso ya es un motivo para agradecer”, expresó Román Pedraza, presentador de un evento comunitario.
El pavo sigue siendo el platillo central de estas reuniones, aunque con un toque distintivo. Las familias mexicanas residentes en Texas enriquecen el menú con sabores latinos que reflejan sus raíces.
“Nos juntamos en familia y hacemos lo tradicional, que es un guajolote, pero también cada quien aporta algo: elote, puré de papa, ejote, y como buenos mexicanos le agregamos arroz, frijoles o incluso tamales. Todo se vale”, compartió Kevin Vargas, quien celebra esta tradición en compañía de sus seres queridos.
Además, el Valle de Texas está preparado para recibir a miles de visitantes de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, quienes aprovechan las festividades para realizar compras y disfrutar de la gastronomía local.
Restaurantes y comercios han adaptado sus servicios para atender a esta clientela, incorporando música regional mexicana y platillos tradicionales que los hagan sentir como en casa.
“Nos preparamos con suficiente personal, buena comida y un ambiente que haga sentir a los clientes como en México. La mayoría de nuestros visitantes son de Tamaulipas, Nuevo León y también del centro del país. Ofrecemos toda la variedad de comida para que se sientan en el lugar de donde vienen. Nuestra meta es que disfruten y se lleven una experiencia única”, destacó Jorge Eduardo Rivera Sánchez, gerente de un restaurante en el Valle de Texas.
Esta fusión de tradiciones no solo fortalece los lazos culturales entre México y Estados Unidos, sino que también refuerza el espíritu de comunidad en la región fronteriza, donde el agradecimiento y la celebración se han convertido en un lenguaje común.
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