Como ocurre en cada periodo vacacional y fines de semana, vuelve a surgir el debate sobre quién debe cuidar las escuelas y edificios públicos que están destinados al uso comunitario.
Mientras las autoridades educativas y municipales insisten en pedir la colaboración ciudadana para proteger estos espacios, algunos ciudadanos cuestionan si realmente les corresponde asumir esa tarea.
José Cruz, vecino consultado, considera que el cuidado debe ser compartido: “Yo opino que sería parte de los dos, es mutuamente para poder tener un equilibrio bien, es cooperación de todos”, expresó.
Sin embargo, hay quienes opinan lo contrario. Para José Trinidad García Pérez, la seguridad de los planteles es responsabilidad exclusiva de las autoridades.
“Por supuesto que nada más hacer el llamado únicamente, no es ponernos nosotros como ciudadanos, la autoridad es la que se debe de encargar de eso, la que debe de responder, estar al cuidado de las instituciones educativas”, señaló.
El tema cobra relevancia ante la constante incidencia de robos y actos vandálicos en escuelas al término de cada receso escolar. Incluso cuando algunos ciudadanos han sido testigos de estas situaciones, se abstienen de intervenir por temor a represalias o a salir lastimados.
Así lo expone Rafael Careaga, quien advierte sobre los riesgos de que padres o vecinos intenten actuar por su cuenta.
“Es a las autoridades, nos expondría, sería difícil, porque todas las personas que están robando ahorita pueden hacerles daño a los padres, podemos salir lastimados o heridos en esas situaciones”, comentó.
Ante este panorama, algunas escuelas han tomado medidas propias para prevenir incidentes.
En la escuela primaria Emiliano Zapata, el personal docente decidió destinar parte de su presupuesto para contratar a un guardia de seguridad que habita dentro del plantel.
Además, incorporaron un par de perros de resguardo, que permanecen sueltos en el patio durante las vacaciones.
El maestro Adrián Alvarado compartió que la estrategia ha sido efectiva: “El guardia vive ahí, él tiene su casa ahí, el estar ahí las 24 horas... también contamos con dos perros que ayudan a la supervisión de la escuela y básicamente todo el tiempo la escuela está cuidada. Hace años que no sufrimos de algún robo".
Detalló que el sueldo del guardia en ocasiones es cubierto con apoyo de los padres de familia, y que los animales de resguardo cuentan con atención veterinaria.
“A pesar de que es una escuela muy grande, sí se cuida mucho”, añadió.
Mientras continúa el debate sobre a quién corresponde el resguardo de estos espacios, algunas comunidades escolares optan por soluciones creativas y autofinanciadas, en espera de una respuesta institucional más sólida y permanente.