La calle Heriberto Deandar Amador, mejor conocida como calle 20, se ha convertido en una fuente constante de molestias para vecinos y conductores de Reynosa, debido al deterioro que presenta su infraestructura vial.
Las fugas de agua potable y drenaje en la zona, especialmente en el cruce con la calle Doctor Carlos González, han dado lugar a numerosos baches profundos y encharcamientos, lo que dificulta el tránsito y pone en riesgo a quienes circulan diariamente por esta transitada arteria.
A pesar de los constantes reportes realizados por los vecinos y conductores, las autoridades locales no han atendido el problema de manera efectiva. Esto ha generado un ambiente de creciente inconformidad entre los habitantes de la zona.
Los conductores, que a diario recorren esta importante avenida, han expresado su preocupación por los daños que sus vehículos sufren debido a los baches. Muchos de ellos se ven obligados a cubrir de su propio bolsillo los gastos de reparación de llantas, amortiguadores y otras piezas afectadas, sin recibir ninguna compensación o respuesta por parte de las autoridades.
Además de los daños materiales, esta situación representa un grave riesgo para la seguridad de los peatones, especialmente para los estudiantes, padres de familia y docentes de una escuela primaria ubicada en las cercanías.
Para esquivar los baches, muchos conductores maniobran cerca de las banquetas, lo que pone en peligro a los transeúntes, especialmente a los niños y adultos que diariamente se dirigen hacia la escuela.
Frente a estos problemas, los vecinos de la calle 20 exigen que las autoridades envíen cuadrillas de servicios públicos primarios para llevar a cabo una reparación integral de los baches y las fugas de agua.
La comunidad solicita una intervención urgente para mejorar las condiciones de esta vialidad y evitar que la situación continúe empeorando, tanto en términos de seguridad como en el impacto económico que está causando a los conductores.