Amigos celebran Año Nuevo con una tradición futbolera

Un grupo de amigos que compartieron su pasión por el fútbol desde niños celebra cada fin de año de una manera única: jugando "La Última Reta", un partido que se ha convertido en una tradición de 27 años. Lo que comenzó como un encuentro previo a la cena de Año Nuevo, hoy es un evento que reúne a familias y refuerza los lazos de amistad entre sus participantes.

"Son 27 años; la mayoría comenzamos a los 12 o 13 años. Éramos unos niños cuando antes de la cena del 31 decidimos jugar un partido. Desde entonces, se convirtió en una tradición que mantenemos viva", compartió Humberto Ponce, uno de los jugadores de "La Última Reta".

Con el paso del tiempo, los participantes, ahora adultos con responsabilidades laborales y familiares, han encontrado en este partido un espacio para recordar su niñez y celebrar el compañerismo. Aunque las energías ya no son las mismas, el espíritu del juego sigue intacto.

"Seguimos siendo los mismos niños. Cada vez que nos juntamos hablamos de las mismas anécdotas. El ambiente siempre ha sido de armonía, nunca ha habido un problema entre nosotros en estos 27 años. Lo único que cambió fue que crecimos y formamos familias, pero seguimos con el mismo carácter", agregó Ponce.

El partido también ha evolucionado para incluir a las nuevas generaciones. Los hijos de los jugadores participan en los encuentros, manteniendo viva la tradición y dando continuidad a este ritual futbolero.

"Hoy el tiempo en la cancha es más corto porque el cansancio nos alcanza. El medio tiempo dura como seis minutos y cada descanso es a los 20 minutos", comentó Rolando Caballero, otro integrante del equipo.

La tradición trasciende fronteras. Algunos jugadores que ahora residen en Texas regresan cada año para ser parte de este partido, demostrando que "La Última Reta" es mucho más que fútbol: es una celebración de la amistad y la vida misma.

"Seguir viéndonos cada fin de año es especial. Algunos vienen de Texas y otros son de Reynosa, pero nos reunimos sin importar la distancia", dijo Fabián, otro participante del encuentro.

Para estos amigos, "La Última Reta" promete mantenerse viva mientras la vida lo permita. "He visto a los papás de amigos que se siguen reuniendo, y nosotros seguimos con la misma dinámica. Mientras Dios nos dé vida, aquí estaremos", concluyó Ponce.

Más allá de los goles, este partido anual es un homenaje a los años compartidos y a los recuerdos que se renuevan en cada encuentro, dejando claro que el verdadero triunfo está en la unión de quienes lo celebran.

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