Abre Iglesia sus puertas a colectivo de búsqueda por Jubileo 2025

La Iglesia abrió las puertas de la Concatedral de Nuestra Señora de Guadalupe en Reynosa a los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas
En el marco del Año del Jubileo 2025, la Iglesia Católica de la Diócesis de Matamoros-Reynosa abrió las puertas de la Concatedral de Nuestra Señora de Guadalupe en Reynosa a los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, como un acto de solidaridad y acompañamiento espiritual a las familias que viven esta dolorosa situación.
Durante una celebración litúrgica especial, los familiares de personas desaparecidas fueron invitados a subir al altar mayor, donde se les ofreció un gesto simbólico de consuelo, como parte de una ceremonia profundamente significativa, cargada de fe, esperanza y empatía.
En su homilía, el obispo Eugenio Andrés Lira Rugarcía elevó una oración especial por las personas desaparecidas y sus familias, pidiendo por el pronto regreso de quienes aún se encuentran con vida y por el descanso eterno de quienes han fallecido. También hizo un llamado a mantener viva la esperanza y a seguir fortaleciendo el espíritu de quienes continúan en la búsqueda incansable de sus seres queridos.
“Escuchando el dolor de los papás y mamás buscadoras y buscadores, de los hermanos, de los hijos de personas desaparecidas, vamos a seguir pidiendo mucho para que Dios bendiga a esos seres queridos que no sabemos dónde están y cómo”, expresó el obispo.
Y añadió: “Como decía en la oración universal, vamos a pedir que a los vivos les dé mucha fortaleza y a los que ya llamó a su presencia les conceda llegar con él, y que ustedes, sus familias y la familia de todos los desaparecidos, les dé consuelo y les dé esa luz de la esperanza, porque solamente él nos puede dar la esperanza de que al final, después de este valle de lágrimas, todo acabará junto a Dios y acabará bien por toda la eternidad”.
Este acto se suma a las acciones permanentes que realiza la Diócesis a través de su pastoral social, la cual brinda acompañamiento y apoyo emocional y espiritual a los colectivos de búsqueda a lo largo del año, reafirmando el compromiso de la Iglesia con las causas humanitarias más sensibles de la región.
Comentarios
Notas Relacionadas