Si nos ponemos a pensar Monterrey tiene todo para ser capital de los espectáculos del país.
Tenemos algunos de los mejores recintos, vienen de todos lados a los conciertos que hay aquí, por la ventaja que esta es una ciudad más cómoda y atractiva en muchos aspectos, como por ejemplo en su aeropuerto, que una Ciudad de México o Guadalajara.
Además tenemos buenos restaurantes, hoteles, parques, turismo de montaña, hospitales y universidades, por lo que sí podríamos ser una capital del entretenimiento nacional o latinoamericana.
Y no solo del entretenimiento, podríamos ser la capital mexicana de la cultura, tecnología, eventos internacionales, del pensamiento vanguardista, hasta del ambiente nocturno.
¿Qué nos falta para que esto pase? Nos falta creérnosla. Impulsar desde los gobiernos y desde la sociedad, proyectos que nos encaminen a ser la ciudad más interesante para vivir y para visitar.
Pero necesitamos hacer que Monterrey brille, que los reflectores del mundo vengan para acá, pero ahorita uno voltea a ver el Centro y parece un cuchitril, un cascarón en ruinas.
Urge un proyecto, grande, serio y decidido de reconversión del Centro, que convenza a todo el mundo de regresar a vivir en esta zona.
Y es que vivir en el Centro es lo más cómodo y conveniente, al estar conectado con todo. Eso siempre y cuando lo vuelvas a dejar bonito, funcional, con vivienda digna.
Monterrey es realmente otra onda, es fabuloso o puede ser fabuloso, pero se necesitar hacer más para que termine de ser fabuloso.
Va un llamado a las autoridades, a los políticos en campaña, a las universidades, a las empresas, a los organismos, a los ciudadanos, el por qué no nos unimos y hacemos un Monterrey fabuloso
¡Quién dice yo!