El llamado “Distrito Tec”, un concepto urbanístico para el conglomerado de colonias que rodean al campus Monterrey del Tec, promete ser un espacio de sustentabilidad, peatonalidad, cultura, educación y deporte.
El proyecto toma sus ideas de modelos de vanguardia de las grandes ciudades, buscando que la gente (como peatón), más que los carros, ocupe los espacios, y que la vida en la calle sea agradable y atractiva para convivir.
En los últimos 10 años la zona ha experimentado mucho embellecimiento urbano, con la particularidad de que se ensanchan las banquetas y se reducen los espacios de vialidad.
En su portal web, el Distrito Tec se promueve como un lugar “donde la calidad de vida y la capacidad de innovación se nutren mutuamente".
Muchos conceptos “muy acá”, pero en síntesis uno se lleva la idea de que se busca mucho espacio público… Y se imagina uno mucha actividad “edificante”, cultural y por supuesto social.
Pero ojo, el propio portal promete que el Distrito será “viable para todas las personas”.
Sin embargo, en fechas recientes lo que más resienten los vecinos es la presencia creciente de antros y restaurantes-bares –y lo que eso conlleva–, aunados a la dificultad para circular; y el golpe de gracia parece haberlo dado el Estadio Banorte que tiro por viaje organiza conciertos masivos que generan caos y molestias fuertes a los vecinos.
Un recorrido de INFO7 puso en evidencia que en el polígono principal pueden contarse al menos 20 antros, y sólo cuatro espacios culturales, que incluyen dos librerías y el propio campus del Tec.
Atractivo para los universitarios; inhóspito para los mayores o incluso para quienes tienen niños.
Por eso no faltan los vecinos que manifiestan públicamente su temor de que el “plan con maña” del Distrito Tec sea ahuyentar a las familias, ahuyentar a los adultos mayores, y dejar el espacio libre para puros estudiantes, maestros y empleados del Tec.
Que además suena a un negocio inmobiliario, comercial y de venta de alcohol.