A los maestros de Nuevo León les descuentan hasta $2,000 pesos mensuales de sus salarios para atención médica, ¡y reciben un servicio “para llorar”!
Para muestra un botón: Angélica Hernández es una maestra jubilada que a sus 65 años teme quedar paralítica, porque necesita una cirugía de columna que sencillamente no le quieren hacer en la clínica de la Sección 50 de maestros, que, por ser miembro del magisterio, es su única opción de salud pública.
A Angélica Hernández le descuentan cada mes las aportaciones correspondientes del servicio médico, pero aun así le niegan la atención al argumentar que no necesita la operación, cuando médicos externos le han confirmado que sí es candidata, pero por fuera tendría que pagar $100,000 pesos, por tratarse de servicios privados.
El caso de esta profesora es el emblema de los deficientes servicios médicos que enfrentan los maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de la Sección 50 dirigida por el líder Juan José Gutiérrez Reynosa.
Además de negativa de cirugías, los “profes” jubilados y en activo padecen de falta de medicamentos, estudios especializados, personal capacitado e instalaciones sucias.
Esto, pese a que, según los maestros, los servicios médicos reciben al mes $85 millones de pesos por parte del estado, vía el Isssteleón, lo que da una aportación de $1,020 millones de pesos al año.
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Por esto, ayer un grupo numeroso de profesores fue a Palacio de Gobierno donde exigieron que un ente externo audite las finanzas de los servicios médicos, pues las que hacen a la gente del mismo Gutiérrez Reynosa “están amañadas y no son transparentes”.
Según los profesores, el líder sindical está envuelto en un escándalo de corrupción, pues recientemente se descubrió que desvió $121 millones de pesos hacia dos empresas que son de Alfonso Cepeda Garza, quien es hijo del líder nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfonso Cepeda Salas.
Un grupo de profesores jubilados encabezados por Lucilda Pérez Salazar acudió ayer a Palacio de Gobierno a pedir la auditoría.
“Lo que hacemos es presentarle al señor gobernador una petición para que ordene una auditoría interna, hecha por ellos y no por la Sección 50, porque ellos (SNTE) hacen auditorías, pero la hace el Comité Ejecutivo Nacional y nunca da resultados y se tapan todo.
“Necesitamos que la haga el gobierno del estado, el Issteleón, es su obligación y no las hace, no revisa los informes que les manda el SNTE sobre el gasto, son informes irregulares y a modo”, dijo la maestra Lucilda Pérez Salazar.
Con información de elhorizonte.mx