Teodora, conocida como doña Lolis, a sus 64 años dejó de existir, pero aún después de su muerte se convirtió en una superhéroe al dar esperanza de vida a más de 50 personas.
A Teodora le fueron diagnosticados tres aneurismas, por lo que fue intervenida de emergencia en el Hospital 25 del IMSS.
Lamentablemente las noticias no fueron alentadoras al presentar muerte cerebral.
Al no existir probabilidades de mejoría llegó el momento de que su familia se despidiera.
Sin embargo, Alejandra y Alejandro, los hijos de doña Lolis, plantearon a su padre, don Francisco, la opción de donar los órganos de su mamá.
Los expertos de la salud del Seguro Social realizaron los estudios correspondientes determinando que Lolis sí era candidata para dar vida a otras personas.
Esto permitió que profesionales de la salud del IMSS llevaran a cabo un procedimiento de procuración de donación multiórganica que beneficiaría a 50 personas.
El 25 de julio del año en curso, médicos y enfermeras le rindieron un homenaje camino al quirófano.
Hoy muchas personas tienen una nueva esperanza de vivir gracias a doña Lolis.
Y su corazón sigue latiendo más fuerte que nunca.