La crisis que atraviesa la presa La Boca provocó el desempleo de decenas de personas dedicadas al turismo, quienes con ingenio ya crearon oportunidades de negocio como la venta ambulante de comida para patos.
Y es que aprovechando que la actividad en el embalse se niega a morir, y que todavía quedan algunas aves en el seco vaso, los comerciantes pueden verse cada fin de semana abordando a los pocos visitantes que llegan.
“Nosotros hace seis meses, por los bajos niveles del agua, perdimos el trabajo como prestador de servicios turísticos en los embarcaderos, y pues hay que adaptarse.
“Ahora me dedico a comprar alimento para aves y lo vendemos a los turistas, a la gente que viene a pasearse aquí a Monterrey”, comentó Ricardo Villalobos.
El comerciante, que anteriormente laboraba a bordo de un catamarán, ahora dedica los sábados y domingos a ofertar la comida para patos.
Los precios, relató para INFO7, van desde los $5 pesos hasta los $10, para que sea accesible a todos los visitantes del embalse.
“La mayor parte de nuestros clientes son los niños, ellos son muy aficionados a comprar estas bolsitas de alimento y dárselas a los patos, se toman la fotografía y conviven un poquito con la naturaleza”, compartió.
La rutina de su nueva actividad consiste en llegar desde muy temprano para preparar su producto, y de paso también él mismo darle de comer a los animales.
“Increíble, pero los patos apenas ven el carro y, como ya están familiarizados porque vengo y les echo, ya saben que le vamos a dar y vienen”, dijo Villalobos.
