Sufre con el calor y ahora con el frío en su humilde tejabán
Con este frío, don Juan Francisco Castro Nájera tuvo que tapar las rendijas por donde se cuela el aire gélido en su humilde tejabán.
Lo hizo con algunos trapos, y además la madera de una silla vieja le sirvió de leña.
Lo hizo para calentar un poco su hogar y enfrentar las bajas temperaturas que sienten más en pobreza extrema, particularmente en los asentamientos irregulares del predio “La Isla”, sector lleno de improvisadas casitas de madera y cartón, y que tienen de patio el río Pesquería, en Escobedo.
Para don Juan Francisco batallar no es nada nuevo, en primavera y verano no aguanta su casa que se convierte en un horno.
Te puede interesar: Prefiere andar en la calle que vivir en su tejabán de lámina
En junio le platicamos la historia de este hombre de 70 años de edad, porque sufría por el calor infernal, y es que los inclementes rayos del sol hacían arder el techo de lámina del tejaban.
Para sobrevivir el va casa por casa en su viejo triciclo recolectando botellas y cartón para venderos y así llevar dinero a su casa, que es de piso de tierra.
Para tener agua para beber la tiene que comprar y está colgado de la luz.
Este lunes por el frío y la lluvia no pudo salir a trabajar.
Don Juan Francisco sufre en el calor y sufre también en el frío.
En junio las autoridades le llevaron ayuda, pero ya no volvieron.
Por eso hoy pide ayuda para tener que comer. Y si las autoridades quisieran ayudarlo, él desearía que le facilitaran una despensa periódicamente, él se ofrece a ir por ella.
Si usted puede ayudarlo hágalo, él se lo agradecerá.
Comentarios
Notas Relacionadas