La indigencia nacional y extranjera ha crecido a pasos galopantes en la metrópoli regia que alberga más de cinco millones 784 mil habitantes.
Basta con realizar un recorrido por algunas zonas del municipio de Monterey para mostrar una realidad que también refleja miseria y falta de soluciones para resolver este problema social.
En la plaza del Ferrocarril, ubicada en la calle Miguel Nieto, en la colonia Industrial, hay una invasión de migrantes y vagabundos, y debido a la onda gélida, ellos han hecho en este lugar un campamento para vivir y protegerse del frío.
La mayoría son migrantes de Venezuela, Honduras, El Salvador y Haití, de por sí su peregrinar en busca de una mejor vida resulta perturbador, también sufren por la inseguridad.
Christian, un ciudadano centroamericano, relató que a menudo son víctimas de robos y asaltos.
Han edificado de forma rudimentaria, como si estuvieran en tiempos prehistóricos, sus casas con madera, cobijas y bolsas de plástico.
Con una fogata tratan de mitigar las bajas temperaturas. Cada uno a su manera busca comida y la comparten creando una especia de fraternidad.
