El Centro de Reinserción Social, No.2 en Apodaca, fue escenario de la unión en matrimonio de 40 parejas durante una boda colectiva.
Entre ellos, una pareja de reclusos, él purga una condena de 38 años, y ella una de 17, ambos se encuentran recluidos por homicidio.
Su historia de amor, inició en prisión y lo que parecía imposible se volvió realidad, ahora son marido y mujer.
“Allá afuera nos conocíamos en fiestas y salíamos a cotorreos y de ahí nos empezamos a conocer, nada más que ella no me hacía mucho caso.", “Luego cayó una chava que estaba en el Femenil y me dijo: 'Aquí está fulana de tal”, y yo le dije: Está bien, mándale saludos, y luego ya empezamos a cotorrear y nos enlazaron las llamadas, y así fue como nos fuimos conociendo más, hasta que le pedí matrimonio”, relató el reo.
Sin embargo, detalló que fue difícil que le diera el sí, pues aunque ella también está reclusa, aclaró que la vida para ella cambió.
“Yo le mandé a preguntar con mi mamá que si él estaba dispuesto a cambiar, porque yo ya estaba en el camino del Señor y que si él estaba dispuesto a seguir en los mismos, dejando la vida que tuvimos afuera, y que él contestara que sí, ese fue el empujoncito de decir 'acepto'”, señaló ella.
Aún y cuando las visitas en parejas de este tipo son una vez al mes, en un espacio de tres horas, ambos planean luchar por su amor y crear una familia.“Tener un hijo, salir, apoyarnos el uno al otro y echarle ganas”, expresó él. Pero ella está dispuesta a una familia numerosa.“
¿Cuántos hijos quieres tener?, siete', dijo entre risas.
Ambos ingresaron a la cárcel en el 2019, y aunque aún les espera un largo tiempo tras las rejas, tienen la esperanza de que saldrán para disfrutar de la familia que desean formar.
“Es la idea de salir adelante, por eso nos estamos casando para ser dos en uno y apoyarnos en las buenas y en las malas, y salir adelante”, expuso el novio.
Ella mencionó que para su amor no hay imposibles.“Para Dios no hay nada imposible, porque el hombre, el juez le pudo dar una sentencia a él de 38, a mí 17, pero si a Dios le place nuestra libertad puede llegar en 5 minutos, entonces no hay nada imposible para Dios”, puntualizó la novia.
Las autoridades presentes en la ceremonia, consideraron que estas acciones ayudan a regenerar el tejido social porque implican compromiso.