Se cumplen 22 años del avionazo en Reynosa

Faltaban 10 minutos para las 5 de la tarde del 6 de octubre del año 2000, hace exactamente 22 años cuando se escribió una de las páginas más tristes en la historia de Reynosa. El vuelo 250 de Aeroméxico proveniente de la Ciudad de México, llegó al aeropuerto de Reynosa en medio de la fuerte tormenta que provocó la depresión tropical Keith, la aeronave perdió el control al aterrizar, se salió de la pista y arrasó con tres viviendas. Como le digo no aterrizó, si no que se vino de allá para acá, pero por abajo, como que aterrizó a media pista, entonces estábamos nosotros allá cuando el avión vi que venía para acá, pero por abajo, venía así por abajo como queriéndose ir por allá pero el piloto lo hecho derecho para acá” comentó el señor Leonardo, testigo del accidente. De acuerdo al reporte final, el resultado fue de 40 heridos y seis muertos en tierra, ninguno de los pasajeros y su tripulación fallecieron. En una de las viviendas, falleció una madre de familia y sus tres menores hijos, en ese lugar se levantó una pequeña capilla en memoria de los fallecidos. Ella no tenía que estar aquí en este momento, si de hecho creo que iba de salida a un mandadito y regresó y eso fue el resultado, por eso toman en cuenta cuando vayas de salida y regresen o estén en un lugar”. Comentó Ludivica Elizondo, familiar de la mujer y sus hijos víctimas del accidente. En el dictamen se dijo que el piloto estaba realizando su primer vuelo a Reynosa lo cual se complicó con la tormenta, los 82 ocupantes a bordo resultaron solo con lesiones leves a pesar de lo aparatoso del accidente que dejó al avión estrellado en medio de las aguas del canal Rodhe. Este suceso dejó una cicatriz difícil de borrar para los vecinos de la pista de aterrizaje. Constantemente con temor porque los aviones pasan por aquí demasiado bajito, ojalá y que ahorita pasar a uno para que vieran como hasta se estremecen las paredes, a veces en la mañana, de madrugada pasa y más se estremece, se oye el ruido, en la noche igual, es un constante peligro, donde estemos, pero aquí es más”. Comentó Ludivina. La vida en este barrio continua con el difícil recuerdo de la tragedia aérea ocurrida hace 22 años.

Comentarios