Revive recuerdos y sentimientos restaurando Niños Dios
En el corazón del Mercado Juárez, se encuentra Nora, una restauradora de figuras religiosas, en especial de los preciados Niños Dios.
Con sus manos, Nora no solo arregla lo que el tiempo ha desgastado, sino revive recuerdos y sentimientos que se entrelazan con cada pieza; su lema es: sus sentimientos en mis manos.
“Sabemos que son piezas benditas, que no es una pieza simplemente de yeso”, comentó.
“Porque ya viene a lo mejor de descendencia de generación de no sé, 30, 40 años atrás y como es tan importante porque la persona que ya se los regalaron o de los que realmente fueron pasando de mano en mano ya no están”.
El proceso de restauración es meticuloso y requiere de paciencia, pero Nora, con más de 15 años de experiencia, lo disfruta profundamente.
Utiliza técnicas tradicionales para retocar las figuras sin perder su esencia.
“Lo que nosotros hacemos es unir y ponemos un pasta que hace que refuerce no nadamas es unir y ya, no, entonces se une, se pone la pasta en eso pasa al proceso de pulir para que quede lo más desvanecida la marca donde tuvo ahí el rompimiento y luego al final ya pintamos”, explicó.
El tiempo de trabajo y costo depende del daño que presenta cada pieza.
“Nos han llegado niños que vienen todo lo que es quebrado totalmente, que la gente piensa que ya no va a tener arreglo y sí lo tiene pero pues obvio que va a ser un poco más elevado el precio”.
Nora tiene agenda abierta durante todo el año pero recomienda no esperarse hasta los días más cercanos a la acostada o levantada del Niño Dios.
“El slogan que yo tengo es: “sus sentimientos en mis manos”.
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