Retraso en obra en Reynosa genera pérdidas económicas
Además de los comerciantes, los trabajadores que prestan servicios en la zona también sufren las consecuencias del lento avance de la obra.
- Por: Víctor Hugo Guerra
- 27 Noviembre 2024, 15:59
Desde el mes de septiembre, con motivo de las fiestas patrias, las autoridades de Reynosa anunciaron la terminación de la obra de cambio de imagen en el primer cuadro de la ciudad y el acceso desde el puente internacional hasta la plaza por la calle Zaragoza. Sin embargo, el retraso en la obra está afectando gravemente a los negocios locales, que se enfrentan a grandes pérdidas económicas debido a la disminución de clientela.
Eduardo, dueño de una taquería en la zona, observa con tristeza cómo las ventas diarias no alcanzan ni siquiera para recuperar la inversión mínima. La falta de accesibilidad y el desorden generado por la obra han provocado que los clientes eviten la zona, afectando directamente las ventas de los comercios.
“Demasiado nos está afectando, estamos perdiendo bastante, como un 70%, la gente no viene por ahí comodidad porque los transportes no pueden pasar, nada más caminando”, lamenta Eduardo.
Además de los comerciantes, los trabajadores que prestan servicios en la zona también sufren las consecuencias del lento avance de la obra. Farmacias, consultorios, tiendas de artesanías y restaurantes enfrentan la dificultad de transitar por la zona, lo que provoca que los clientes opten por no acudir a estos establecimientos.
Guadalupe Zavala, quien trabaja en la zona afectada, señala que la situación ha empeorado considerablemente. "La verdad ya tiene demasiado, de hecho, yo pienso que los negocios por eso han bajado mucho, por no poder cruzar, estacionarse y todo eso. Se ha perjudicado mucho a los negocios que están aquí alrededor. Yo trabajo por aquí y la gente ha aminorado mucho. Caminar es difícil porque luego dejan pozos por ahí, ahorita ya lo taparon, pero el otro día yo estaba a punto de caerme porque no lo había visto".
El impacto se refleja también en la sorprendente cantidad de negocios cerrados temporalmente. Rebeca Herrera, una clienta frecuente de la zona, expresa su frustración con la obra. "Es demasiado, escarban aquí y escarban allá y ni terminan aquí ni allá, ahí se van a llevar buen tiempo. No creo que haya esperanzas, porque andan pegando ladrillo por ladrillo. Cuando terminen, es difícil porque uno agarra la pecera ya muy retirada".
Ana, otra cliente que frecuenta la zona, también comenta: "No han terminado y no hay clientes ni nada. Es difícil porque no hay por dónde pasar. Está muy incómodo, ya muchos cerraron, así."
Silvia Gutiérrez, dueña de una pequeña farmacia, ha sido una de las más afectadas por la situación. La mayoría de sus clientes son personas con enfermedades crónicas o discapacidad, quienes ahora se ven imposibilitados para acceder a su establecimiento debido a las dificultades en el tránsito y la falta de estacionamiento. El escombro, las zanjas, la maquinaria y las herramientas dificultan aún más la movilidad de los pacientes, muchos de los cuales provienen del Valle de Texas y prefieren no arriesgarse a visitar el establecimiento.
“Las ventas están al 25% de lo que se vendía. No hay paso, pasa el que puede caminar, pero como yo que estoy discapacitada se me dificulta. Los carros tienen que dejarse muy retirados de aquí, y no hay paso de autos por aquí. Ya tiene desde mayo, pocos bienes, nada más los que pueden caminar. Los que vienen en autos ya se dieron de baja, se puede decir”, afirma Silvia.
A pesar de estar ubicada a una cuadra del puente internacional, la zona, que históricamente ha mantenido un flujo económico proveniente de los clientes del Valle de Texas, se ha visto gravemente afectada por el retraso en las obras. Muchos negocios han decidido cerrar sus cortinas y mantener sus puertas cerradas hasta que las condiciones mejoren. La incertidumbre sobre la fecha de finalización de la obra mantiene a los comerciantes en una situación precaria, sin vislumbrar una solución inmediata.
El retraso en la obra no solo afecta la economía local, sino que también pone en riesgo la viabilidad de muchos pequeños negocios que dependen del flujo constante de clientes tanto locales como internacionales.
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