Un acueducto de 60 kilómetros para traer agua tratada —esto es, reutilizada— de la planta de Dulces Nombres, en Apodaca, al río La Chueca, en Santiago, y luego a la presa La Boca, para después volverse a potabilizar e incorporarla a la red, y así tener más agua limpia, es lo que proyecta Agua y Drenaje de Monterrey (AyD).
Este nuevo “popote” forma parte del proyecto integral que cocina la paraestatal de convertir las aguas negras en potable para darle a la ciudad un caudal adicional de 2,000 litros por segundo (l/s).
El proyecto del nuevo acueducto se lo dijo a INFO7, el alcalde de Santiago, David de la Peña, quien señaló que posiblemente el acueducto iría por la Carretera a Juárez y luego la Carretera a la Cortina para desembocar en el arroyo La Chueca, a la altura del Yerbaniz.
En ese punto, el nuevo ducto depositaría el agua ya tratada para que "ruede" a la presa La Boca y luego sea potabilizada en la planta existente en ese lugar y a fin de que posteriormente sea inyectada a la red de consumo doméstico.
El escurrimiento del agua tratada por el arroyo será parte del proceso de limpieza del líquido.
“Es traer otro acueducto desde esa planta de Dulces Nombres hasta el río La Chueca, para traer agua tratada que por rodamiento, para que entre por el río La Chueca a la presa (La Boca) y que también se utilice para poder potabilizarla.
“Es de 60 kilómetros, vendría por toda la Carretera de la Cortina que va a dar hasta Juárez y a lo mejor por el Libramiento”, indicó De la Peña.
INFO7 dio a conocer el 5 de enero del 2023 que AyD proyectaba “repotabilizar” aguas negras mediante un proceso llamado saneamiento terciario, lo cual le daría al estado 2,000 l/s de agua, que es lo mismo que aportará la presa Libertad.
El proceso de “repotabilización terciario” consiste en que se aplicaría un tercer tratamiento a las aguas negras, pues actualmente sólo se aplican dos.
Con este proceso, se eliminarían totalmente bacterias y sedimentos; en países como Estados Unidos, se permite que con ese tercer proceso el agua pase a ser potabilizada, pero en México las normas exigen que se inyecte otra vez a un cuerpo de agua antes de ser potabilizada y enviada a la red.
El costo, según dijo en su momento el director de AyD, Juan Ignacio Barragán, sería de $2,000 millones de pesos, pero no mencionó el nuevo ducto ni si este está incluido en la estimación.
De la Peña dijo que debido al proceso demandado por las normas es que se tiene que hacer este nuevo acueducto, que es apenas 30 kilómetros menos del que se construyó recientemente conocido como El Cuchillo II.
“El proyecto que tiene Agua y Drenaje en puerta y que tengo entendido que le solicitaron al Consejo de Agua y Drenaje es poder tener un acueducto que venga desde la planta tratadora Dulces Nombres hasta el río La Chueca”, dijo David de la Peña.
El edil santiaguense explicó que además del tubo, también se analizaría el proceso de las plantas de tratamiento para lograr que el agua sea potable, por lo que agregó que incluiría construcción de diversa infraestructura y diferentes procesos.
“Son 60 kilómetros de tubo, más los procesos y las plantas de tratamiento necesarias para que esta planta pueda ser potable, tienen que meterle proyectos de ingeniería, tanques, meter procesos para quitarle los sedimentos, prácticamente el excremento y poder hacer esta agua con osmosis inversa y otros procesos poder hacerla potable.
“De la chueca va a la presa por rodamiento, es otra filtración todavía de otro paso de los procesos, entra a la presa La Boca y hay una planta potabilizadora en La Boca, también hará el trabajo de potabilizar esa agua que está tratada”, agregó el alcalde de Santiago.
Con información de elhorizonte.mx