Permanecen 3 municipios en categoría de anormalmente secos
Pese al freno en la sequía, Anáhuac, Bustamante y Lampazos de Naranjo fueron señalados por la Conagua dentro de la categoría de anormalmente seco
- Por: Liliana Cavazos
- 22 Julio 2024, 13:31
El reciente señalamiento de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) respecto a que la tormenta tropical Alberto frenó los efectos de la sequía, ofrece también dos datos reveladores: el primero con respecto a la última vez que el estado no estuvo afectado por este fenómeno, y el segundo, los tres municipios en las que aún hay focos amarillos de sequedad.
De acuerdo con el Monitor de Sequía de la Conagua la última vez que no hubo observaciones de crisis hídrica fue en la muestra del 31 de agosto de 2021, es decir hace tres años.
Ahora en este 2024 las lluvias de Alberto dejaron al menos 300 milímetros de lluvia en la estación La Boca durante tres días de precipitación y prácticamente el llenado total de las principales presas de Nuevo León que hasta antes del meteoro se encontraban en comprometidos niveles, lo que trajo consigo un alivio al suelo y subsuelo, marcando ahora casi todo el territorio del estado como libre de afectaciones de sequía.
Sin embargo son tres los municipios en los que aún hay observaciones por riesgo a que la situación pueda revertirse y volver a una estatus de sequía.
De acuerdo al documento emitido por la dependencia federal, actualmente solo son tres los municipios que se encuentran en la categoría de anormalmente seco: Anáhuac, Bustamante y Lampazos de Naranjo.
Ni uno solo presenta condición alguna de sequía, contrario a hace exactamente un año, cuando 37 de los 51 municipios contaba con alguna observación de crisis hídrica.
De los cuales 33 estaban anormalmente secos y 33 con sequía moderada.
A pesar de las recuperación, el abasto de agua potable tiene un periodo mínimo de vida de tres años de acuerdo a señalamientos hechos por el propio gobernador Samuel García.
Expertos apuntan a que la recuperación de los embalses y las recientes lluvias podrían ser un freno a la sequía, la cual no está condicionada a ocurrir solo cuando los niveles de las presas están bajas, sino cuando las condiciones de calor y falta de lluvia vuelvan a presentarse.
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