Pasa el río Ramos de ser oasis a una 'cantina'
Ante la falta de regulaciones en la ingesta de alcohol por parte de la administración de Eduardo Leal en Allende, el paraje se ha convertido en una 'cantina'
Lo que debería ser un “oasis de tranquilidad” ahora se ha convertido en un escenario de descontrol, ruido y abuso de alcohol, principalmente desde que el alcalde de Allende, el panista Eduardo Leal Buenfil, asumió el cargo.
Se trata del río Ramos, donde, principalmente durante los fines de semana, se consume de alcohol al aire libre, se encienden fogatas y se estacionan autos en zonas consideradas como parte del lecho del afluente.
Visitantes dijeron que la situación se podría poner “peor” en Semana Santa, cuando aumente la afluencia de paseantes.
Esta situación incluso se ha derivado en tragedias, como la que ocurrió el pasado 25 de diciembre, cuando un joven de 19 años murió tras caer al lecho del río, presuntamente tras haber consumido bebidas embriagantes.
Jefas de familia entrevistadas en el lugar afirman que la situación se ha “salido de control” en los últimos cuatro meses, coincidiendo con la llegada de Leal a la alcaldía allendense.
Si bien la custodia de los ríos es federal, a la policía municipal le corresponde la vigilancia en los parques y parajes naturales, como el río Ramos.
INFO7 realizó un recorrido por la zona de Los Laureles y Los Adobes, cercanas a la Carretera Nacional, y constató que el lugar es como una “cantina”, pues se detectó que, a media tarde, las personas consumían bebidas alcohólicas sin restricción alguna, a pesar de que el Reglamento de Policía y Buen Gobierno lo prohíbe.
También se encendían fogatas o carbón para asar carne, pese a que existe una veda de fuego por parte de un decreto estatal con el que se busca prevenir incendios.
Jaqueline Romero, visitante del lugar, señaló que el río Ramos dejó de ser un sitio familiar, pues ahora reina el ruido excesivo y consumo de alcohol.
Expresó que en el sitio son comunes las peleas entre visitantes.
“Ya no es como antes. Antes veníamos, sí había puras familias, aquí no había tanto del consumo del alcohol. “Entonces veías a la familia con sus refrescos, sus agüitas, sin tanto ruido. Ya viene uno a despejarse del ruido de allá, y vienen con su volumen alto.
“Con unos tragos de más se empiezan a generar problemas, y después la demás gente, por querer separarlos, terminan peleando también. Y, pues se supone que es un sitio recreativo para la familia, entonces hay que venir a disfrutar el día en familia”, externó Romero.
El alcalde Eduardo Leal Buenfil se ha visto envuelto en diversas polémicas. La más reciente fue cuando se dio a conocer que contrató como directora de Egresos a una mujer que está señalada de beneficiar a su cuñada cuando ocupó el mismo cargo en Cadereyta.
Luego, se destapó que en su gobierno opera una tesorería “clandestina”, donde se gestionan contratos de la administración, la cual es encabezada por el extesorero de Cadereyta, Rubén Omar Cantú Menchaca.
Sobre el descontrol en el río, visitantes como María Martínez criticaron que los cuerpos de policías o seguridad privada brillen por su ausencia, lo que provoca que los mismos visitantes noten la falta de control en este paraje natural.
“Más que nada, también la seguridad, porque venimos nosotros de otras partes o así, o viene gente de otras partes a disfrutar, y, pues, algún accidente o incidente, y pues ¿para dónde corres? No hay nadie que te dé el auxilio. Sí, hace falta más seguridad aquí también.
“Ahorita, nada más he visto una sola unidad que ha pasado en el rato que tengo aquí, y la verdad, así como ya viene el tiempo de, pues, de calor, de venir a los ríos y hace falta más vigilancia”, sentenció Martínez.
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