En la esquina de las avenidas Manuel L. Barragán y Benito Juárez, en el municipio de Escobedo, un mimo conocido como Mimostopheles se ha convertido en toda una atracción turística.
Con su maquillaje blanco y negro característico y sus movimientos gráciles, Mimostopheles se coloca en medio de la intersección, realizando una serie de trucos que cautivan a los automovilistas que se detienen en el semáforo.
Los conductores, sorprendidos y entretenidos por el espectáculo, observan cómo Mimostopheles simula ser limpiaparabrisas y mecánico.
En un acto final, ayuda a "arrancar" el vehículo de los conductores, todo con una destreza que saca sonrisas y aplausos.
Con cada truco, el mimo conquista a su audiencia, desde los más pequeños hasta los más grandes, haciendo que el tráfico sea un poco más soportable y dejando una impresión duradera en todos los que tienen la suerte de presenciar su actuación.
Al finalizar sus actuaciones, muchos conductores deciden darle dinero como muestra de agradecimiento por su gran talento.
El cruce se ha vuelto famoso gracias a Mimostopheles, y la gente comienza a hablar del mimo que transforma una rutina diaria en un momento mágico.
El municipio de Escobedo ha encontrado en este artista una fuente de alegría y entretenimiento que enriquece la vida cotidiana de la ciudad.