Los rituales sobrenaturales de la iglesia del Niño Fidencio
INFO7 - De las iglesias y cultos que tienen registro en México, la del Niño Fidencio es de las más sorprendentes por sus rituales y creencias, ya que no se parecen en nada a la de cualquier otra iglesia tradicional.Para los feligreses fidencistas, su fundador, el curandero, Fidencio Síntora Constantino, sigue vivo al grado que su espíritu baja en personas llamadas cajitas o materias a curar enfermos o desahuciados pese a que murió hace 80 años.Hay gente que a veces no cree, pero nosotros sí, pero yo creo que cada quien es libre de creer en lo que quiera, nosotros tenemos una fe muy grande y dando gracias, como cada año, venimos dos veces al año, afirmó Dulce Samaniego.De hecho, hoy miércoles 17 de octubre, la Iglesia Fidencista Cristiana festeja el 120 aniversario del nacimiento del Niño Fidencio y dos días después, el viernes 19, celebra 80 años de su muerte aunque las fiestas y procesiones iniciaron el sábado pasado. Esta religiosidad popular tiene auge en el norte de México y sur de Texas y su epicentro es el ejido de Espinazo, del municipio de Mina, Nuevo León, ubicado a tres horas de Monterrey.Ahí nació el fidencismo, pero su creador, el Niño, es de Guanajuato de donde se emigró por la Revolución mexicana.Estamos en la tumba del Niño Fidencio, este lugar es donde la gente va llegando con las penitencias, salen del pirulito y se vienen hacia la tumba, la peregrinación consiste en llegar hasta la tumba, viene la gente y aquí le deposita las flores o las veladoras, afirmó el sobrino del Niño Fidencio, Ariel López.En la Hacienda Espinazo empezó a curar a los 26 años tras una supuesta señal divina.Su auge fue de 1928 a 1938 y era tanta su fama que en 1932 curó al entonces presidente Plutarco Elías Calles. Lo que lo hizo más famoso a nivel nacional e internacional fue la curación del Presidente de la República, Plutarco Elías Calles, aquí en el mural lo representamos. Él vino hasta acá en al tren presidencial El Olivo, se paró ahí, la guardia presidencial lo trasladó hasta acá y aquí el Niño Fidencio lo curó, dijo López.Los rituales fidencistas son punto y aparte, pues quien jamás los haya visto se queda impactado al ver cómo las cajitas, en transe, poseídas por el Niño, hipnotizan a sus pacientes y luego los sumergen en un estanque cuyo lodo también usan para curar. Para ser cajita o materia, de las que se estima que hay 1,500, hay que tener un don especial y cumplir las penitencias de ayunar 40 días, darse 40 baños de agua fría y llegar rodando y de rodillas a la tumba del Niño Fidencio.También hay otras entidades espirituales alrededor del fidencismo que bajan en las cajitas como es la Niña Aurorita.Si mi padre santo me lo permite y nos pone todo en las manos con mucho gusto vamos a sanar a todos y cada una de las criaturas, dijo una mujer en su papel de la Niña Aurorita. ¿De dónde eres?, se le cuestionó Híjole, yo soy de aquí, de allá, de todos lados, pero mi materia es de Saltillo, estamos platicando con Aurorita Prado Quintanilla, indicó con un tono chillante.A este lugar, sin vigilancia, ni infraestructura suficiente, llegan miles de personas que buscan la esperanza de un milagro.
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