Esta es la historia de Melito Pierre, un hombre originario de Haití que ha pasado por un éxodo para escapar de la inseguridad de su país y buscar un mejor futuro para su esposa y sus tres hijos.
Para lograr su cometido tuvo que separarse de su familia en el 2017 y buscó su primera oportunidad en Chile donde estuvo tres años trabajando y enviando dinero.
“En Chile tenía residencia temporal, pero para traer familia tiene que ser residencia permanente. Entonces mucho trámite, mucho papelería que me pidieron y no era fácil”, indicó Melito.
Le resultó imposible lograr la residencia, pero en ese periodo alcanzó a recaudar el dinero suficiente para pagarle un viaje de salida a su familia y rescatarlos de la inseguridad, pero sus planes se frustraron.
Este contratiempo lo puso en pie y decidió viajar rumbo al norte sorteando todo tipo de obstáculos para encontrar aquella puerta que le permitiría ver de nuevo a su familia.
Luego de cruzar la frontera y entrar a suelo mexicano fue directo al norte en búsqueda de trabajo, donde tuvo oportunidad en trabajos informales, incluso en su iglesia le ayudaron con esto.

A pesar de que la puerta se estaba abriendo, el corazón de Melito se encontraba solitario y necesitaba encontrar la manera de traer a su familia.
Melito pudo dar con el espacio de Igualdad e Inclusión que atiende únicamente a personas migrantes, refugiados y desplazados, quienes le apoyaron junto a la iglesia para hacer su sueño real y reunirse con su familia en México para darles una nueva vida.
Ahora la Secretaria de Igualdad e Inclusión le da seguimiento a la familia para que los hijos de Melito puedan continuar sus estudios mientras que él mantiene su meta.
Melito cuenta con un permiso de un año que le permite trabajar libremente y para él es un milagro poder tener nuevamente a su familia y escapar de la situación de inseguridad en Haití.