El estado parece estar sufriendo un proceso de sequía progresiva, según muestran las cifras de los últimos años, lo que complicará más la disponibilidad de agua.
Desde el 2015, las precipitaciones en Nuevo León se están reduciendo continuamente cada año y la tendencia apunta a que seguirán siendo cada vez menos.
Esto significa que la sequía que sufrió el estado el año pasado no es extraordinaria, sino que parece ser parte de un fenómeno creciente que lleva ya 7 años.
De acuerdo con registros de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la lluvia "esperada", o sea, el promedio anual de lluvias para Nuevo León formulado desde los años 60, es de 621.2 milímetros (mm), pero la última vez que se superó esa cantidad fue en 2015, con 682.1 mm.
En el 2016, ya no cayó esta cantidad de agua, pues se precipitaron sólo 612.2 mm. En los siguientes años fue cada vez menos, hasta el 2022 en que llovió sólo 400 mm, o sea, un 36 por ciento abajo del promedio histórico.
Cabe precisar que esta situación, según expertos, puede obedecer a un proceso de desertificación en el que estaría entrando Nuevo León, el cual consiste en que, por la actividad humana, la tierra se va haciendo árida, semiárida y subhúmeda lo cual provoca que se generen menos lluvias.
Al respecto, la activista y ambientalista, Ivonne Bustos, señaló que esto se debe a sustituir las áreas naturales por zonas urbanas, que en conjunto con otras problemáticas como los incendios y la contaminación erosionan el suelo, haciéndolo estéril.
"El conjunto de sustituir las áreas naturales por zonas urbanas, que eso implica que haya cemento, que haya drenaje, que hay una invasión, eso va minando las zonas que captan agua y va haciendo que, además, todos estos suelos que son reemplazados por urbanización, naturalmente se van haciendo desérticos."
"Pero, en los lugares donde hay área natural, con las afectaciones que ha habido como incendios o con el impacto ambiental que causa, por ejemplo, algunas inversiones estratégicas o que causa también la propia sequía o el estrés que se va generando, pues entonces es muy complicado regenerarlas y se van haciendo desérticos y estériles todas estas tierras", indicó la ambientalista.
Llaman a combatir erosión del suelo
Ante la posibilidad de que el estado se encamine a una "desertificación", la ambientalista Ivonne Bustos llamó a las autoridades estatales y federales a combatir la erosión del suelo y comenzar un proyecto integral para mitigar este fenómeno.
La también exlegisladora local explicó que la desertificación consiste en el proceso en que las zonas naturales como productivas pasan por diferentes situaciones en los que los suelos se van erosionando, que a largo plazo podrían provocar incluso la falta de alimentos o escasez.
"Hay muchas variables, las tenemos que evaluar todas y ver cómo podemos hacer un esfuerzo para recuperar suelos, para garantizar nuestra zona de recarga hídrica, dejarla intacta", indicó la también activista.
De acuerdo con expertos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), la desertificación se debe a la erosión que causa la deflación, la cual sucede cuando el viento levanta partículas finas y las transporta a otro lado, aunado a la falta de vegetación típica de la zona.
Con información de elhorizonte.mx