Lanza Parque Chipinque SOS para volver a 'ponerse de pie'

Uno de los parques icónicos y ‘consentido’ de los regiomontanos, el Parque Ecológico Chipinque, está lanzando un S.O.S. pues quedó severamente dañado por la tormenta Alberto y requiere de unos $50 millones de pesos para ser reconstruido y funcionar con normalidad.

Los daños incluyen carriles enteros que se derrumbaron en el camino a la meseta, cuatro grandes socavones, deslaves de grandes rocas, un poste de luz que se partió y dejó sin energía eléctrica a la mitad del parque incluyendo al Hotel, y veredas para ciclistas con tramos que desaparecieron por completo por efecto de los deslaves.

Uno de los socavones más peligrosos mide 35 metros y se encuentra a sólo 600 metros de la entrada, y provoca que un carril de la carretera esté prácticamente “sostenido sobre la nada”, lo que ha obligado a que se cierre el acceso a automóviles después de ese punto, por el riesgo de que se derrumbe por completo.

Además, cientos de árboles se cayeron; unos 30 han sido retirados del camino y en total van 162 que se han cortado y levantado, informó la directora del parque, Lorena Vázquez-Ordaz.

“La cantidad de lluvia que recibimos fue más que la del año pasado en un sólo día. Tuvimos (en Chipinque) afectaciones principalmente en la Carretera, que de la entrada a La Meseta son 7.5 kilómetros y tenemos socavones de diferentes tamaños, siendo el principal uno que mide 35 metros. Esto está imposibilitando acceder a una parte de la montaña.

“También tenemos afectaciones en las luminarias. Toda la tubería quedó dañada, entonces no tenemos luz en las luminarias de la carretera y tenemos

que ir haciendo nuevamente esas conexiones”, comentó la directora del parque.

Además, recalcó que no han terminado de recorrer todo el parque, por lo que los daños podrían ser mayores. Esto porque Chipinque comprende 1,800 hectáreas, el equivalente a 22 parques Fundidora.

Al no recibir ningún presupuesto gubernamental o apoyo permanente, el Parque Ecológico Chipinque, que es manejado por un patronato privado, sólo cuenta con los recursos que le brindan el cobro de las entradas y los ocasionales donativos de las empresas.

Anualmente, recibe unos $38 millones de pesos, de los cuales el 95% proviene de las entradas y un 5% de los apoyos de privados, y ese presupuesto se gasta completo en nómina y mantenimiento, pues en el parque trabajan 57 personas entre guardabosques, encargados de limpieza, mantenimiento, seguridad y administración.

Por eso hoy el parque lanza un llamado a que gobiernos estatal y municipales, así como empresas privadas y la sociedad entera le ayude a volver a “ponerse de pie”.