Infantes de la periferia juegan entre el deterioro
Menores que habitan en los municipios periféricos cuentan con pocas opciones de esparcimiento y salud, ante el crecimiento desmedido de esta zona
En plazas completamente destruidas es donde tienen que jugar los niños de la periferia y es que la falta de infraestructura no únicamente golpea a las vialidades, también termina por afectar a las infancias.
Tomando como referencia al municipio de El Carmen, donde el 21% de la población son niñas y niños menores de 15 años, en Monterrey los pequeños representan al 13% y tienen muchas más opciones de recreo.
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A pesar de que hay pocas grandes inversiones en materia de infraestructura para los menores, las que existen también presentan condiciones de abandono y deterioro.
Un centro recreativo del municipio, fuera de primavera y verano solo sirve para estancar agua, mientras luce vidrios rotos y daños en el mobiliario, pero ojalá solo se careciera de espacios de esparcimiento, pero no, los niños de la periferia tampoco tienen hospitales o consultorios.
Un estudio del Tecnológico de Monterrey revela que en la capital del estado hay un centro de salud por cada 42 infantes, en El Carmen hay uno por cada 2,468 pequeños.
Y es en esas condiciones que la periferia no hace más que crecer y crecer.
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