Familias regiomontanas se dieron cita en los panteones del estado para conmemorar el Día de las Madres, honrando en sintonía a esas mujeres que formaron gran parte de sus vidas.
Desde las primeras horas de la mañana, se empezaba a ver la gran afluencia de personas que llegaban a visitar a sus familiares. Varios llegaron a limpiar el lugar de eterno descanso, colocando flores, fotografías, veladores y detalles para ellas.
Muchos recordando la marca que dejó su madre:
"Se siente triste que no esté con nosotros, pero agradecida de que fue mi madre. Muy agradecida de todo lo que nos enseñó, todo. Aprendimos mucho de ella." comentó una hija que mantiene viva la memoria de su mamá.

En el estado, el Día de las Madres no solo se celebra en vida, también lo hace después de que nos despidamos de este plano existencial, demostrando que el amor de una madre trasciende el tiempo y la muerte.
