En una clínica de embalsamamiento ubicada en el centro de la ciudad, Blanca Medina, quien labora como embalsamadora de cadáveres compartió para INFO7 cuáles son los principales retos de este trabajo, así como los más aterradores.
“Las energías que se mueven por aquí, sí se mueven energías pesadas, y muchas ocasiones me ha tocado embalsamar a personas que se dedican a la brujería”, expresó.
Durante las noches, cuando llega la obscuridad y el silencio en la clínica, comienzan a escuchar ruidos y ver cosas que no puede explicar.
“Sí se escucha, se escuchan lamentos, se escuchan quejidos, pequeñas risas de niños, se escuchan las cosas".
Uno de los casos más impactantes fue el de un hombre quien padecía cáncer, el cual habría asistido a la clínica para escoger su ataúd.
Desde entonces, cada vez que los familiares avisaban a la embalsamadora que se encontraba grave, y los doctores predecían, no pasaría la noche la sombra del señor visitaba la clínica en busca de su ataúd.
El lugar cuenta con sistema de cámaras las cuales han sido clave para demostrar alguno de los inusuales casos que ocurren ahí dentro.
El trabajo de embalsamador es uno de los más difíciles, tanto física, mental y espiritualmente, sin embargo, para muchos ya es cotidiano estas actividades por lo que solo queda desearles un eterno descanso.