INFO7 - Aunque parezca imposible todavía hace los quehaceres del hogar, cuando llegamos a su casa la encontramos ayudando a su hija Magdalena a lavar ropa. Muy feliz gracias a Dios y tranquila, puedo hacer todavía algo, si no hiciera nada yo creo ya no me pudiera mover, dijo doña Carmen.El paso de los años han pintado su cabello en color blanco, su piel tiene otra textura y es más chaparrita, pero eso si sin ninguna enfermedad que le aqueje, más que la alta presión y la tiene controlada. Para llegar a esta edad claro que hay un secreto. Pues lo que Dios nos daba, en el rancho hay todo y come uno más sano, ahora no, puro refrigerado. Mi señor sembraba, había frijol nuevo, calabacita tiernita, ejotes, pues comía uno más sano, añadió doña Carmen.Su hija Magdalena ha estado al pendiente de ella en todo momento, incluso los días que llega a viajar a Reynosa para visitar a una de sus hijas, Magda se siente incompleta. Doña Carmen es originaria de Michoacán y viajó a Monterrey con su esposo e hijos en busca de un mejor futuro. Tuvo 12 hijos de los que le sobreviven 8, 90 nietos, 41 bisnietos y más de 30 tataranietos. Y ella sigue con muchas ganas de vivir.