Dos familias de la colonia Fomerrey 106 se salvaron de morir por un deslave que se presentó durante la noche de ayer.
Fue pasadas las 21:00 horas cuando la señora María Guadalupe escuchó el sonido de piedras cayendo, pasados unos segundos comenzaron a caer rocas de gran tamaño y causaron un fuerte estruendo.
La afectada relató que al instante salió corriendo del domicilio junto a su hija.
Por fortuna no se reportaron personas lesionadas, pero los daños materiales afectaron en gran manera un baño que también era usado como almacén y un dormitorio en donde se vieron perdidos abanicos, una cuna, ropa, cobijas y una cama.
Durante la mañana de este martes continuaron deslaves de menor grado y por tal motivo las dos familias afectadas solicitan a las autoridades municipales una reubicación.