Vivir en un lujoso “depa” no sólo ofrece la comodidad de las amenidades y una buena ubicación: también tiene sus “bemoles” por la convivencia que hay que organizar entre condóminos. Y las colonias cerradas tampoco se quedan atrás en esto.
Y es que el auge del régimen de “condóminos” en la urbe regia ha propiciado nuevas fricciones entre residentes y mesas directivas, en donde con frecuencia los administradores son acusados de convertirse en “pequeños dictadores”, pues aplican multas “alocadas”, abusivas y hasta ilegales, desatando fuertes enfrentamientos entre particulares.
Ejemplo de ello es lo que reportan en la lujosa Torre Saqqara, en San Pedro Garza García, Nuevo León, en donde según condóminos que se quejan, los administradores abusan de su poder, queriendo castigar hasta mínimos detalles “en forma neurótica”, aplicando sanciones con costosas multas, y todo por infringir reglas que, en algunos casos, para los vecinos resultan muy exageradas.
Y es que, de acuerdo lo expresado por un condómino afectado, sin que previamente les den derecho de audiencia, a los residentes les llega una notificación de que les aplicaron multas de hasta 15 salarios diarios, o sea, equivalentes a $3,733 pesos, tan sólo por “usar el elevador sin una sandalia” o “comer pizza en la alberca”, entre otras.
Para el afectado, las reglas establecidas son comprensibles, pero la primera vez que se infringen deberían ameritar cuando mucho una llamada de atención, pero no una inflada multa aplicada de forma unilateral, haciendo sentir al condómino “un delincuente en su propia casa”, o como si vivir ahí representara “una cárcel o un régimen militar”.
Además, expertos en derecho civil afirman a este medio que esas multas, aunque estén acordadas entre los condominios, son fundamentalmente ilegales porque, para empezar, ningún particular puede multar a otro y obligarlo a pagar, cosa que sólo puede hacer una autoridad.
La habitante de Saqqara, que pidió omitir su nombre, dijo que la administración del edificio le está cobrando tanto como $18,669.75 pesos por cinco infracciones que supuestamente cometió su hijo de 14 años el pasado 31 de mayo cuando invitó a sus ocho amigos de la misma edad o menores que él a convivir por su cumpleaños en la zona de alberca.
La afectada indicó que el tipo de multas y las tarifas nunca fueron acordadas cuando compró el departamento, mismo que le costó $20 millones de pesos, y por el que paga una cuota de mantenimiento de aproximadamente $12,000 pesos. En el listado de multas le indican que su hijo caminó sin camisa y luego usó el elevador sin calzado, dos causales de “multa”.
La afectada afirmó que, en realidad, su hijo no traía una sandalia tipo crocs que se le olvidó en la alberca.
Otra multa es por comer pizza en el área de la piscina, lo cual fue registrado por la administradora como una “irregularidad” al señalar que en esa área no está permitido el acceso a “comida dura”.
Además, acusan que el menor y sus amigos no recogieron los restos cuando, en realidad, sólo se despegaron de la mesa para ir a otra área y pensaban volver, explicó la vecina afectada por las multas descabelladas que la administradora le impuso.
“Imagínate un niño, que se le olvidó un crocs, e iba al departamento sin un croc, ¿le tienes que poner una multa de $3,700?, el departamento cuesta $20 millones de pesos y luego pagas una cuota de mantenimiento de casi $12,000 pesos ¿Cómo qué no tienes gente como para limpiar si cobran una cuota de mantenimiento altísima?”, cuestionó.
La tercera multa es porque el menor habría entrado al SPA mojados, pues venía de la alberca, lo cual, según Saqqara, provocó una “inundación”.
“Se metieron al SPA de hombres causando inundaciones, ya que venían escurriendo de la alberca”, se indica en la notificación.
“Ahora, se ofenden porque alguien entró, ponle tú que está en el reglamento, pero son niños, a ellos se les van las ‘cabritas’, ve y llámales la atención con el personal que tienes”, señaló.

Con información de elhorizonte.mx