Mauricio Fernández, el cuatro veces alcalde de Monterrey, compartió entre sus anécdotas una de las más relevantes de su vida personal.
Su hija, quién en ese entonces estudiaba su maestría en Inglaterra, llegó a su casa para contarle a su padre sobre los anillos que sus compañeros portaban con normalidad.
Mencionó que muchas de las familias provenían de reinos o posiciones aristocratas, por lo que la antigüedad de sus joyas eran de alrededor de 500 años.
Cuando él le explicó que no contaban con un anillo de la familia porque su familia provenía de la conquista de México.
Para solucionar su inquietud, Mauricio Fernández buscó el fósil más antiguo en la existencia de la humanidad para hacerlo el anillo de la familia.

El "trilobite kingii" es un fósil del Cámbrico Medio que se encuentra en Utah, Estados Unidos, considerado el primer animal articulado.
Sin embargo, no solo ella fue la acreedora de este anillo. El empresario y político se encargó de que cada uno de sus hijos contara con un ejemplar.