En días pasados, evidenciamos que adentro del Mesón Estrella, en Monterrey, hay comerciantes de frutas y verduras que venden kilos incompletos.Ahora acudimos al exterior de este centro de abastecimiento, es decir, con los comerciantes informales de las calles aledañas, zona donde el engaño al cliente es mayor: es decir, los "supuestos" kilos que muchos de los comerciantes de afuera despachan, son aún más incompletos que los que venden los comerciantes de adentro.Te puede interesar: ¿Le venden el kilo completo? La báscula lo aclara En un puesto semifijo, en la calle Colegio Civil, entre Ruperto Martínez y Aramberri se compró kilo y medio de aguacate.Pero fuimos a pesarlo a otro lado, y vaya sorpresa, pues nos robó casi otro tanto de lo que nos despachó al faltarle 640 gramos. Ahora veamos otra parte del engaño.Acudimos con los "charoleros" o "bolseros", en su mayoría sobre la calle Ruperto Martínez.Les llaman así porque su mercancía ya está emplayada en una charola o colocada en una bolsa, sin que usted pueda escogerla o pesarla, y es que no venden por kilo, es mas, ni báscula tienen.La trampa o engaño radica en que al no despachar por kilo, que es la unidad de medición acostumbrada, usted no sabe qué cantidad está adquiriendo, y si lo que le cobraron es o no proporcional al precio oficial del kilo.Y ahí es donde el abuso es mayor. O sea: si alguien pensaba que estaba comprando un kilo o algo aproximado, está en un error, y con esa facilidad los comerciantes le roban aún más.