Circula el fentanilo entre los niños de Nuevo León
Informe revela que en 2024 al menos 19 personas en búsqueda de auxilio por las adicciones reportaron haber consumido fentanilo
A sus 15 años, Tony ya sabe lo que es tener fentanilo en su organismo. Él, como otros menores de los que la Secretaría de Salud de Nuevo León tiene conocimiento, también ha sufrido las consecuencias de buscar una dosis más.
“Sí llegué al punto de matar a una persona, pero en ese mismo momento como que algo me dijo que no lo hiciera, y en ese mismo momento me dio miedo y no lo hice”, recuerda, “a causa de eso ya me andaban metiendo a un tutelar”.
Tony, junto con otras 200 personas, vive en una iglesia al norponiente de Monterrey que opera como centro contra las adicciones.
El recinto no rinde cuentas a la autoridad en la materia, por lo que sus internos no figuran en las estadísticas oficiales.
Sin embargo, los datos con los que sí cuenta la Secretaría de Salud permiten observar que ya circula en Nuevo León la droga que hoy mata a miles de personas en otras partes del mundo.
Un informe al que INFO7 tuvo acceso revela que en 2024 al menos 19 personas en búsqueda de auxilio por las adicciones reportaron haber consumido fentanilo.
Cuatro de ellas eran menores de entre 14 y 17 años de edad.
Las cifras pertenecen únicamente de enero a octubre del año pasado, y fueron recogidas de centros de tratamiento con el aval del Estado y la Federación.
Roberto Alvizo, quien dirige un establecimiento de carácter religioso como en el que se encuentra Tony, advierte una creciente presencia de la droga.
“Se ha incrementado constantemente lo que es la llegada de muchachos cada vez con menor edad, porque tú ves algunos jóvenes de los 10 a 12 años ya con problemas de adicciones a consecuencia de las drogas sintéticas que están ahora en día”, dice en entrevista desde su centro de atención.
Como otros muchachos, Tony llegó a consumir el fentanilo mezclado con ‘cristal’, una combinación que potencia la adicción y el riesgo a la salud.
“Había más chiquillos que yo, de 10 años, que ya andaban en la marihuana y el fentanilo, juntándose con los malditos, pero a mi nunca me llamó la atención eso de subirme a las camionetas y andar vendiendo.
“Cuando ya no tenía dinero con qué comprarlo las mismas pandillas decían vamos a robar, y cómo mi abuelita tenía dinero, pues el diablo me hizo pensar que le robara, y por medio de eso yo me metía a su cuarto y le sacaba joyas, dólares, billetes”, comparte el joven.
Alvizo explica que con el fentanilo el proceso para sacar de la adicción a los pacientes es ahora más complicado.
“Es un poco más difícil ahora empezar a trabajar con los jóvenes porque tienen otro tipo de paranoias a causa de esta droga, pero, así como han revolucionado las drogas también tenemos nosotros que revolucionar el sistema para trabajar con los muchachos”, invita.
Comentarios
Notas Relacionadas