Claudette Rosas encontró en el graffiti su manera de habitar el mundo. Lo que para muchos es solo concreto, para ella es un lienzo.
El rosa es su sello; presente tanto en su forma de vestir como en sus obras.
“Soy artista urbana, ilustradora y me gusta mucho estar en la calle. Yo dije no, el graffiti, el aerosol es lo mío”.

Pero sus murales no solo dan color a la ciudad, también son un manifiesto de que las mujeres están presentes en las calles.
“Cuando era niña y caminaba por las calles siempre me incomodaba como ver cosas solo de hombres”.
“Entonces yo siempre cuando veía una niña o un mural de alguna mujer o un puesto de alguna señora era un alivio y para mi era como un es que las morras también estamos en las calles”.

Sabe que el concepto de feminidad ha sido injustamente asociado a lo frágil, a lo superficial, y por eso decidió reivindicarlo.
“Me encanta reforzar esa idea de lo femenino en la calle, de lo tierno de lo cute, porque a veces siento que la feminidad es debilidad”.
Es un mensaje que plasma en caricaturas de mujeres que empoderan, motivan e inspiran, con la convicción de que niñas y jóvenes encuentren en esos murales un reflejo donde reconocerse.

Aunque el camino también le ha mostrado lo difícil de ser mujer en un espacio público.
“Normalmente las miradas, el acoso, el que se quedan como hombres a platicar contigo. Chicos no lo hagan, si hay una morra que está pintando, dejenla, no la molesten”.
Claudette también se dedica a crear fachadas para negocios, así como diseños de logos e identidad visual de manera digital.
