Beto y el vagón: Una historia de amor, familia y supervivencia
Beto Muñoz, quien cuenta con Síndrome de Down, junto con su mamá luchan a diario para salir adelante pese a las obstáculos por la falta de oportunidades
Roberto Muñoz Salas, mejor conocido como Beto, quien tiene 44 años y cuenta con Síndrome de Down, vive con su madre, María del Consuelo Salas, de 71 años, en la colonia Ferronales, un sector ubicado justo frente al campus principal de la UANL sobre avenida Manuel L. Barragán.
Es ahí donde pasa sus días de forma tranquila, apoyando en las tareas del hogar, una rutina quizá como la de muchos en la gran ciudad, la gran diferencia es que su casa es un viejo vagón de tren.
Y aunque su casa es diferente a la de la gran mayoría de los habitantes de la metrópoli, su rutina diaria es similar a muchos de quienes vivimos en la ciudad.
"Nos levantamos muy temprano, ya para las cinco estamos despiertos, pero estamos acostados. Para las seis y media nos levantamos y nos vamos a caminar los dos, todos los días una hora. Almorzamos y a él le toca la cocina, le toca limpiar, le toca la mesa, los trastes. Luego ya se viene, se pone a ver la tele, escuchar música o a pintar, le gusta mucho pintar", comentó doña Consuelo.
Pero para Beto y su mamá la vida no ha sido fácil, durante más de cuatro décadas se han enfrentado a pocas oportunidades laborales lo que ha hecho que ella, pese a ser una persona de la tercera edad siga laborando.
"Trabajamos en un mercado, vendemos ropa, vendemos juguetitos, todo lo que se pueda vender. Le puse otro puestecito junto con el mío, yo en la mesa y él en el piso con juguetitos y ahí ven de él. Lo conocen casi todos los del mercado, hasta en la iglesia lo conocen".
Los pocos ingresos que consiguen los complementan con los apoyos que reciben por parte de la Secretaría de Igualdad e Inclusión.
Con esto en casa, aunque existen carencias, cuentan con los servicios básicos.
"Recibimos de Hambre Cero apoyos para Beto y para mí. Lo de Hambre Cero (el apoyo económico) pues para el mandado, para pagar la operación de Beto. Lo otro para pagar la luz, el teléfono, comprar el gas, para su internet".
Una parte fundamental en la vida de Beto es la música norteña, conoce el repertorio de agrupaciones como Pesado, El Poder del Norte, Los Temerarios y Priscila y sus balas de plata, incluso cocina con música de Bronco, aunque de vez en cuando escucha también al príncipe de la canción José José.
Hoy en el Día Mundial del Síndrome Down, Beto nos recuerda que siempre debemos encontrar la forma de disfrutar la vida al máximo, a pesar de enfrentar diariamente los desafíos y limitaciones que impone la falta de comprensión.
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