Avanza restauración histórica en el Arco de la Independencia
El imponente monumento, que se inauguró en 1910, está siendo sometido a un complicado proceso de rehabilitación de todos sus elementos
La restauración histórica del Arco de la Independencia, en el cruce de las avenidas Madero y Pino Suárez, en Monterrey, avanza.
El imponente monumento está siendo sometido a un complicado proceso de rehabilitación de todos sus elementos.
El emblemático monumento se inauguró en 1910 para conmemorar el primer centenario de la Independencia de México, pero en los 114 años que tiene nunca recibió un mantenimiento integral.
Entonces, la restauración histórica es urgente porque podían perderse sus dos elementos: la piedra, que es todo el Arco; y los metales, que son la Alegoría de la Independencia o la Mona, como se le conoce, y las águilas.
La secretaria de Cultura del gobierno estatal, Melissa Segura, hizo una inspección en lo alto del Arco, apoyada por los andamios, cuya instalación fue todo un proceso en sí mismo.
El gobernador Samuel García le encomendó el proceso de restauración a la funcionaria.
Hasta ahora, la rehabilitación de las águilas lleva 45 por ciento de avance.
La primera etapa está por concluir y pronto bajarán a la Mona para repararla.
"Se va a desprender del Arco para su correcta restauración en un taller y en ese taller nos van a permitir que los ciudadanos puedan ir a acercarse a ver el proceso", explicó.
En el recorrido, la arquitecta y restauradora Selene Velázquez detalló que la base donde la Alegoría está anclada ya es de riesgo por el avanzado deterioro.
"Se necesita la intervención, es necesaria", aclaró Velázquez.
Han encontrado de todo, hasta impactos de bala y golpes en la estructura.
Segura explicó que este monumento es el más identificado por los regios, de modo que preservarlo garantiza el legado para que las futuras generaciones recuerden de dónde venimos.
Los trabajos se terminarán en aproximadamente un año.
"Es un trabajo artesanal, artístico, de mucha especialidad, muy minucioso, pero que le está devolviendo su dignidad, su integridad (al monumento)", expresó.
Cuando termine la restauración, se ordenará darle mantenimiento permanente, sin excusa ni pretexto.
Y así, seguramente durará otros 100 años para seguir siendo parte no sólo de nuestra historia, sino también de nuestro presente.
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