Añade Museo MARCO dos exposiciones a sus salas

El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) añadió dos nuevas exposiciones a sus salas para dar un vistazo al panorama artístico actual.

Se trata de las obras "Aquí siempre es jueves", de Yolanda Ceballos, y "Tu imagen se borrará, pero nunca se la llevará el viento", de Isaac Olvera; estas propuestas fomentan un diálogo entre el arte y las vivencias humanas.

La obra de Ceballos incorpora elementos como una bomba de agua y una máquina de niebla; recrea las condiciones atmosféricas de un día significativo en su vida a través de su instalación multisensorial.

Esta experiencia trasciende lo visual y se convierte en un viaje que incorpora el uso de los sentidos y establece una conexión profunda con el espectador, quien se enfrenta a sus propios recuerdos.

Yolanda Ceballos argumentó que la memoria está desconectada del tiempo y el espacio, y su obra ejemplifica cómo todos podemos vivir múltiples vidas através de nuestros recuerdos.

Por su parte, Isaac Olvera presentó "Tu imagen se borrará, pero nunca se la llevará el viento", una instalación escultórica que, de acuerdo con sus palabras, explora la identidad y la memoria colectiva.

Mediante postes de luz adornados con pelucas, Olvera establece un diálogo con el entorno urbano y con la figura de Natasha Fuentes Lemus, en quien se inspiró para la realización de esta exposición.

La obra no solo tiene un impacto visual, sino que también invita a cuestionar la construcción de la memoria social y personal en un contexto específico.

En Monterrey, la obra queda a expensas de nuevas interpretaciones ante la crisis medioambiental, evidenciando cómo el arte puede resonar con problemáticas contemporáneas.

Ambos proyectos, exhibidos en el MARCO, representan a artistas emergentes y reflejan el compromiso del museo por acercar al público a las propuestas más recientes del arte contemporáneo.

A través de estas exposiciones, MARCO se establece como un espacio fundamental para la exploración de temas universales como la memoria, la identidad y la experiencia humana.

Estas invitan a los espectadores a recordar y reconsiderar nuestra relación con el pasado, creando un puente entre lo personal y lo colectivo, transformando la memoria en un ámbito de reflexión y renovación que sigue siendo pertinente en nuestra vida cotidiana.