Tras el primer mes de limpieza en el río Pesquería, el gobierno de Nuevo León aseguró que en el tramo intervenido se logró detener la generación de basura, y que ya se demolieron todos los negocios ilegales que contaminaban.
En total, 37 inmuebles fueron derribados con maquinaria pesada como parte del programa “Río Vive”, aunado al retiro de 1,500 toneladas de desechos, según informó el subsecretario de Medio Ambiente, Alfonso Martínez Muñoz.
“Lo bueno es que ya no se está generando más basura, y se está arreglando lo que nunca se había arreglado, hay permanentemente vigilancia. Se ha evitado la quema de llantas y se ha detenido a un número importante de camiones que traían ese propósito”, explicó.
En los márgenes del cauce permanecen aún los predios habitacionales a la espera de que arranque el proceso de reubicación.
Hasta entonces, la Secretaría coordina para los residentes programas para evitar que se continúen con prácticas contaminantes.
“Son procesos largos, porque además de la recolección de los residuos, se tiene que trabajar socialmente con las personas, y evitar que haya conflictos grandes.
“Siempre es difícil cambiar la forma en la que una comunidad ha estado viviendo, y sobre todo por las afectaciones económicas de quienes recibían residuos ilegalmente”, explicó el funcionario estatal.