Daños materiales por las eternas obras de regeneración en Centrito Valle, fueron denunciados en múltiples negocios y edificios.
La reparación de las afectaciones corre a cargo de las propias víctimas, quienes ahora además de sortear la falta de ventas y las molestias por los trabajos deben desembolsar fuertes cantidades.
Uno de los casos es el restaurante Mesón del Valle, ubicado sobre la calle Río Mississippi, donde las constantes perforaciones subterráneas provocaron que se dañara la tubería al interior del establecimiento.
Aunque se intentó dialogar con el municipio de San Pedro y con la empresa encargada del tramo, el local terminó por pagar toda la reparación.
'El problema es que por tanta maquinaria que está pasando ya nos está afectando a nosotros en las tuberías. Nosotros tuvimos que arreglar y meter tubería nueva.
'Ese gasto no corre a cuenta de ellos, sino gasto del negocio. Hay pocos ingresos y se nos va en esto, está cañón', denunció Luis Damián Reyna, encargado del Mesón del Valle.
Para realizar las reparaciones el local lleva cerrado al público aproximadamente una semana, tiempo en el que los empleados también están perdiendo ingresos por concepto de propinas.
“En cuestión de los compañeros que tuvimos que descansarlos una semana para hacer este trabajo, en pleno diciembre, pues ya te imaginarás, gastos de regalos, fiestas y todo, y ellos descansados de laborar”, lamentó el administrador del negocio.
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Otro caso se da en una plaza comercial ubicada sobre la avenida Tamazunchale, ahí, la administración de Miguel Treviño instaló incorrectamente la rampa que conecta el terreno privado con la calle.
“El problema que tenemos principalmente es con los desniveles de las rampas, muchos carros han salido afectados por raspones en las defensas.
“Vienen y nos reclaman a nosotros como plaza, pero ahí el problema fue la falta de comunicación del municipio y el desnivel que dejaron”, denunció Ernesto Salazar, encargado del edificio.
Por si fuera poco, a lo largo del año que llevan los trabajos se ha intentado reparar el error sin que la empresa constructora del tramo tenga éxito.
“De hecho, ha habido ocasiones en las que ellos mismos quitan todo y lo vuelven a hacer, no se si hayan tenido problemas de medición, ya van dos veces que lo hacen, han batallado con eso”, agregó Salazar.
Una afectación más la encontramos en un edificio de departamentos, también sobre Tamazunchale, donde las obras obligaron a cambiar toda la infraestructura hídrica y eléctrica con cargo a los residentes.
“Nos tocó poner lo que es tubería, rehacer parte del agua potable, nos va tocar también el tema de electricidad, es un gasto que no estaba contemplado y los del municipio nunca fueron claros.
“Nosotros pedíamos claridad desde que iniciaron, nos avisaron de un macroproyecto, pero no nos avisaron que nosotros teníamos que poner”, dijo Erasmo Varela, quien tuvo que desembolsar $15,000 pesos.