Tras el paso de Ingrid, pierden todo menos la inocencia

El hambre no los he hecho perder la sonrisa, sus pies descalzos no ha sido impedimento para que puedan salir a correr entre el lado y aunque lo perdieron todo, conservan la inocencia que los caracteriza, son los niños que habitan en distintas comunidades del municipio de Linares, Nuevo León, que resultaron afectadas tras el paso de Ingrid

"Geovanni no se asusta, ni cuando el río se creció, él es bien valiente y dice que me cuida, él no se agüita", dijo Brenda López, la mamá de un pequeño de cuatro años que habita en un albergue, tras haber perdido todo a consecuencia de Ingrid.Geovanni, al igual que Luis, viven en una comunidad de Linares, Nuevo León, pero Luis, de 11 años, desde que las lluvias destruyeron parte de su hogar, ha pasado las horas ayudando a su abuelita en las labores de reconstrucción."Yo le digo a mijo que juegue, que salga con los demás niños, pero Luisito no quiere, dice que primero me va a ayudar a sacar todo el lodo que se nos metió", dijo Juanita, abuelita de Luis."Pues estoy triste por que el agua mojó mi mochila y todos mis libros, y ahora no se cómo voy a ir a la escuela, cuando la vuelvan a abrir", dijo Luis.Pero a pesar de la adversidad, los habitantes de las zonas afectadas en este municipio, están seguros que con esfuerzo y mucho trabajo, podrán salir adelante.


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