Los bienes raíces de capa caída también en Nueva York

Nadie conoce mejor las embriagantes alturas y los abismos insondables del mercado de bienes raíces de Nueva York que el vendedor de salchichas Pasang Sherpa

Pagó a la municipalidad la friolera de 362.000 y 280.000 dólares por dos emplazamientos en la vereda de la Quinta avenida frente al Museo Metropolitano, con la esperanza de controlar el lugar de venta más codiciado de la ciudad.Sin embargo, cuando llegó con sus carritos descubrió que uno de los emplazamientos estaba bloqueado hasta mayo por obras de reparación y las otras invadidas por veteranos de guerra que no pagan un centavo de renta.La importante inversión de Sherpa de pronto le pareció menos acertada."Pagué una cantidad loca", dijo el inmigrante nepalés de 50 años. "La economía está cayendo, hay más vendedores y los otros emplazamientos están inhabilitados. Me estoy volviendo loco".Para todos los neoyorquinos, desde los vendedores de "hot dogs" hasta los millonarios, estos son días de resaca en el mercado de los bienes raíces.La época en que ningún precio parecía demasiado descabellado, en que los compradores estaban de rodillas, y que Manhattan era la tierra prometida de los promotores inmobiliarios, es cosa del pasado.Los apartamentos de lujo permanecen invendidos, las tiendas vacías comienzan a aparecer en las mejores zonas y el colapso de Wall Street ha invadido el mercado."Tenemos una crisis de esperanza, porque la gente no necesariamente ve la salida", comenta Joseph Harbert, jefe de operaciones en la inmobiliaria Cushman and Wakefield de la región de Nueva York.Manhattan ha sido tradicionalmente una fortaleza de los bienes raíces, protegida de las tendencias del resto del país simplemente porque tanta gente quiere vivir en esta isla donde el espacio en necesariamente finito.Cushman informó sin embargo que la renta de espacios para empresas en Manhattan está en su punto más bajo desde los días negros que siguieron a los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001.El espacio disponible en Manhattan totaliza 2,9 millones de metros cuadrados, 43% más que a fines de 2007, el nivel más alto desde mayo de 2006, precisó Cushman.Eso se debe en parte a que toda la economía de Estados Unidos está en recesión, pero también a causa de la crisis de Wall Street que en setiembre liberó enormes cantidades de espacios de oficina de la noche a la mañana."Con la velocidad del relámpago, mucha gente quedó en bancarrota", dijo Harbert. "Esas cosas sacudieron la confianza".La construcción también se ve afectada."Nadie quiere tomar el riesgo de levantar un nuevo edificio", comentó Harbert. Los informes sugieren que por lo menos cuatro mil millones de dólares en proyectos han sido cancelados o postergados, entre ellos el proyecto de 16 torres del barrio Atlantic Yards.Lo mismo sucede en el mercado residencial.Durante mucho tiempo fue un sueño para los vendedores, con los yuppies de Wall Street manteniendo precios en niveles absurdos por propiedades más diminutas.El banco de inversiones Goldman Sachs afirma que las ventas cayeron entre un 25 y un 30% en el cuarto trimestre de 2008 con relación al año anterior.La construcción residencial caerá de 35.000 unidades por año a 18.000 para 2010, según los especialistas.Tratando de navegar en medio de esta tormenta se encuentra Paula Del Nunzio, agente inmobiliaria especializada en ventas multimillonarias.


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