Piden restauranteros de Yucatán apoyos fiscales para sobrevivir

El sector restaurantero local pidió apoyo a las autoridades federales para evitar mayores pérdidas a las acumuladas durante la contingencia sanitaria, en la que tan sólo este fin de semana sus ventas bajaron al menos un 50 por ciento

Francisco Magaña Villegas, vicepresidente de la zona sur sureste de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), dijo que ante el brote de influenza A H1N1, sus agremiados necesitan que autoridades, sobre todo fiscales, se pongan en sintonía con ellos. En este sentido, dijo que la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco y otros manadatarios estatales han solicitado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre otras dependencias, facilidades y prórrogas, pero no han tenido respuestas. "A nosotros nos siguen cobrando puntual los impuestos y las cuotas, por lo menos allá no ha cambiado nada, aunque se supone que estamos en una situación delicada y grave no sólo para la salud, sino también para la economía", agregó. Señaló que los restaurantes que han suspendido actividades requieren reiniciarlas porque muchos de ellos "no podrían aguantar otra semana más sin reactivar sus ventas al público, o de otra forma tendrían que cerrar sus puertas para siempre". En entrevista, estimó que habrá restaurantes, sobre todo los pequeños, que podrían no superar esta emergencia, pues los gastos operativos de ese tipo de negocio son muy altos. "Hasta el restaurante más pequeño necesita tener liquidez para poder comprar todos los insumos y pagar su nómina, y si cierras pues no vendes y si no vendes por lógica no hay liquidez", expresó. De hecho, insistió, tan sólo este fin de semana las ventas bajaron por lo menos un 50 por ciento en toda la región sureste del país, aún cuando es una de las menos afectadas con la enfermedad. "Y ahora que se habla de un caso confirmado de influenza A en Yucatán, la situación podría obligar a un cierre definitivo o más estricto y eso sería fatal para muchos restaurantes", puntualizó. Advirtió que un restaurante puede desaparecer en menos de un par de semanas si no tiene ventas, "esa es la realidad, y de ser así habrá muchos despidos. Tan solo en Yucatán más de 12 mil familias dependen económicamente del sector directa o indirectamente", recordó.


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