Fuertes estallidos, luces incandescentes y festividad es lo que se nos viene a la mente cuando pensamos en fuegos artificiales. Sin embargo, esto también significa un impacto a la salud humana, ambiental y animal de nuestro país.
Se estima que durante las últimas décadas, y de manera frecuente, se han presentado graves accidentes en los lugares en donde de manera legal o ilegal se fabrican y se comercializan estos productos.
Uno de los eventos más recordados fue durante una explosión en 2016 en el mercado de Tultepec, Estado de México, donde se daba la fabricación y venta de pirotecnia.
29 muertos, 70 heridos en el mercado de #Tultepec, en donde la fabricación y venta de pirotecnia es legal. La 5ta explosión en este 2016 pic.twitter.com/ttnMau7fF1
— 𝓖𝓮𝓸𝓻𝓰𝓲𝓷𝓪🌻 (@Gina_GT_) December 21, 2016
De acuerdo con las estadísticas del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), la mayor demanda de productos pirotécnicos se registra durante las celebraciones patronales, seguida por los actos cívicos.
También se indica que en el periodo de 2003 a 2021, la pirotecnia ocupa el segundo lugar en accidentes, de acuerdo a los datos sobre accidentes con sustancias peligrosas, elaborada con información del Centro Nacional de Comunicación y Operación (CENACOM), explicó la senadora Nuvia Mayorga Delgado.
“Además, las entidades federativas donde se registra el mayor número de accidentes con pirotecnia en el país, son el Estado de México, Puebla, Guanajuato y Oaxaca, con 199, 58, 53 y 45 accidentes, respectivamente”
Nuvia Mayorga Delgado
Por ello, desde el Senado se busca incitar tanto a los poderes Legislativo y Ejecutivo de los estados homologar su legislación y establecer acciones tendientes a erradicar la quema ilícita de pirotecnia, ya que en muchas ocasiones se considera que quienes la vende o consumen no cuentan con los conocimientos para manejar dicho material explosivo.
Sin olvidar que tras las festividades, los cielos se iluminan y se llenan de color y sonidos, junto con ello nuestro ambiente se baña en monóxido de carbono (CO) y partículas suspendidas (PM2.5), causante de malestares respiratorios.